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Constelaciones Familiares: las emociones en la familia.

Nuestra familia es la primera y para muchos la mayor fuente de emociones en nosotros. Unas nos hacen sentir alegría y felicidad. Otras, tristeza, ira, odio, asco, miedo. Me centraré en estas últimas, en esas que suelen complicarnos la existencia, y que, precisamente por esta razón, son de las que más podemos aprender y experimentar una mayor satisfacción, si logramos abrirnos a ellas.

Cuando un hecho importante y doloroso nos sucede, si podemos procesarlo emocionalmente, nos queda su memoria, pero no su energía. Pero si la magnitud del hecho es muy superior a nuestra capacidad de procesamiento, y además nos sorprende, lo vivimos en soledad y no podemos expresarlo; entonces para sobrevivir en el momento que nos sucede, deslizamos sigilosa e inconscientemente su memoria y su energía asociada a ese recóndito refugio sagrado que es nuestro inconsciente.

En este segundo caso, hacemos lo mismo que con una hipoteca. Resolvemos el presente a costa de hipotecarnos parte o todo nuestro futuro.

Nos libramos de la hipoteca cuando devolvemos todo el capital y todos los intereses. Nos libramos de la emoción de ira, miedo, etc., que nos complica la vida cuando logramos soltar su energía de nuestro inconsciente. Las Constelaciones Familiares constituyen una metodología muy eficaz para proceder a este tipo de liberación.

Estos hechos importantes y dolorosos nos pueden suceder e impactar en vida. Muchos de ellos tienen lugar durante nuestra infancia, en la que no hemos tenido aún tiempo suficiente para pertrecharnos de los recursos necesarios para procesar las emociones generadas por aquellos.

Los casos siguientes muestran la importancia de las emociones generadas en familia y cómo las Constelaciones Familiares contribuyen a encontrar soluciones:

El caso de Ana. Cincuenta años. Sin pareja, adoptó una niña extranjera con siete años, ahora tiene trece. Le preocupa su confusión y su falta de fuerza en relación al comportamiento alterado y desconcertante de su hija. Las adopciones no suelen ser actos de generosidad, sino más bien actos que inconscientemente buscan compensar una profunda necesidad insatisfecha del potencial adoptante. Pregunto a la mujer por sus padres. No encontró el afecto deseado en ellos. Según ella, su padre era débil, ido y bebedor social, sin llegar al alcoholismo. Su madre, fría. Al explorar sus respectivas vidas, se vio que la relación entre sus padres fue difícil. Sufrieron dos abortos naturales. Perdieron a su tercer hijo después de un mes de nacer. Más tarde vino su hermano y luego ella. El trabajo sistémico, en sesión individual, permitió mostrar también la muerte de dos hermanos del padre durante la Guerra Civil y la muerte trágica de un hermano de la madre. También consideró el abandono, los padres biológicos y una hermana de la hija, la parte niña herida de Ana, tanto su ira como la de su hija, una posible pareja, la armonía familiar y ¡el gato!, elemento clave y calmante cuando la relación se tensa entre Ana y su hija. Una vez recogida toda la información esencial, la Constelación Familiar resultante permitió visualizar los desórdenes existentes, las diversas opciones y elegir la mejor. Asimismo, se efectuaron los actos de integración, inclusión y reconciliación necesarios y se ordenó el sistema. Después de una potente liberación de emociones, dimos la Constelación Familiar por terminada ante la serenidad, fuerza y aquiescencia de Ana.

El caso de María. Cincuenta y ocho años. Vive en el extranjero. Mi relación de ayuda sistémica con ella es sólo telefónica. Es la segunda de tres hermanos y la única excluida por su familia. Su padre vivió una infancia llena de hechos dolorosos. Padeció asma. Su comportamiento tocaba los extremos, el todo o nada, el incesto y reacciones explosivas. El Alzheimer alcanzó a su madre. Curiosamente, su marido es una repetición de su padre. Constituyeron una empresa exitosa hasta que María, siendo su directora, cayó gravemente enferma. Cerró la empresa. No se veía con fuerzas para seguir. Las relaciones tóxicas con sus padres, con sus hermanos y con su marido la agotaban. Su hijo e hija quedaron bajo su influencia y manipulación. Se divorció. Sus intentos por comunicarse y relacionarse con su hija, que la evita y rechaza, han sido fallidos hasta hoy. Su hijo ha optado finalmente por ser excluido y salirse de ese infierno. Los temas económicos pendientes con su familia están aún bajo juicio. El trabajo sistémico con María ha consistido en recoger información, acoger sus emociones, sentirlas, ver y reconocer sus orígenes, ver y reconocer que un 50% suyo procede del sistema familiar de su padre y que el otro 50% suyo procede del sistema familiar de su madre, que gracias a todos ellos, y a pesar del dolor sentido, María tiene el privilegio de vivir. Desde esta nueva posición, puede decir a cada uno de ellos: “Gracias por vuestra exclusión. Gracias a ella me habéis protegido de vuestra locura”. Después de este acto final de reconciliación, la paz y la energía se han instalado en María. Su experiencia única y su formación especial son esenciales ahora en sus eficaces procesos de acompañamiento a personas en crisis.

Rosa, con 32 años, vino a constelar en taller abierto con la intención de comprender sus relaciones difíciles con su padre y mejorarlas. Diversas dinámicas del trabajo sistémico que se realizó, permitieron satisfacer su intención inicial. Pero su Constelación Familiar dejó un interrogante sin contestar: ¿Qué miraba Rosa que la dejó tan absorta? Curiosamente, un año después, Rosa descubrió “por casualidad” que tenía un hermanastro por parte de su padre. Cuando la primera pareja del padre se dio cuenta que estaba embarazada, desapareció sin decir nada. Socialmente no estaba admitido. Al cabo de unos años, ella volvió a su ciudad. También su hijo. Pero aún hoy, el padre de Rosa desconoce su primera paternidad. Su actual esposa y madre de Rosa, también. Rosa tuvo un primer novio. Luego, lo dejaron. Ahora ha descubierto que su primer novio fue su hermanastro. Un día, Rosa tanteó a su padre ¿Y si hubieses tenido un hijo? Pero, ¡Qué preguntas haces! ¡Yo estoy muy contento con vosotras dos! Creo que no hace falta insistir en las emociones implicadas en este proceso y en esta familia. Hoy, Rosa, depositaria de un secreto familiar, se plantea qué es lo mejor que puede hacer. Su mayor nivel de conciencia le ayudará a encontrar la mejor acción.

Las Constelaciones Familiares constituyen un novedoso y potente saber hacer que, al utilizar otras formas de mirar, pensar, sentir, decidir y hacer, ayuda a las personas y a los sistemas humanos a los que pertenecen a lograr cambios sustanciales y positivos y a salir de situaciones difíciles persistentes.

Paradójicamente, las Constelaciones Familiares ayudan a encontrar soluciones sencillas a situaciones complejas.

Cuestiona y transforma aquellas creencias que te impiden avanzar.

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Creencias Limitantes
y Potenciadoras.

El secreto del éxito es la constancia en el propósito. Benjamin Disraeli.

Me permito agregar que, cuando el propósito está enfocado en algo externo y está concentrado -sobre todo- en recibir el reconocimiento de los demás, es algo efímero. Es decir, cuando por fin lo consigamos, aparecerá un nuevo propósito. Es una especie de premio al hacer. Por ello, hacer y lograr, sin conexión con el propósito interior, es temporal y momentáneo, porque nunca acaba de satisfacernos definitivamente.

Ahora bien, cuando el propósito es interior, es decir, cuando el hacer está infundido por la calidad atemporal del Ser, podemos considerarnos exitosos. Es decir, si el ser fluye en el hacer, estamos presentes, concentrados en lo que está pasando aquí y ahora, liberados del ego y de los pensamientos condicionados.

Sabemos que es complicado no confundirse. Estamos desbordados de biografías y avisos publicitarios que nos hablan del éxito como una cuestión exterior: “Tendrás éxito si tienes tal coche, si consigues ese ascenso, si te compras una casa en la playa o si alcanzas una estética determinada”. Es cierto que todo eso podría mejorar nuestro bienestar, pero ¿de verdad creemos que es suficiente y va a convertirnos en personas exitosas y plenas? ¡Claro que no! porque el propósito exterior, a diferencia del interior, siempre cambia y quiere más.

Encontrar nuestro propósito interior y vivir de acuerdo a él es la base para cumplir con nuestro propósito exterior -y no al revés-.

Efectivamente, cada uno de nosotros tenemos nuestro propio mapa mental acerca de cómo debemos vivir la vida, producto de nuestros pensamientos, percepción y patrones de creencias que hemos asumido como propias y que, sin darnos cuenta, proceden, en gran parte, de nuestros padres, educadores y personas cercanas.

También estamos influenciados por ataduras con el pasado que nos pueden ocasionar miedos, ansiedad, culpabilidad, desconfianza, pesimismo, exigencias, etc., procedentes de personas que ya no están y nos siguen influyendo a lo largo de nuestra vida. Ahora bien, si no son nuestras, si son inconscientes y si pueden estar bloqueándonos o paralizándonos, ¿por qué no cuestionarlas?

Todas esas creencias inconscientes rigen nuestras decisiones, emociones, actitudes, comportamientos y también, por supuesto, la proyección de nuestro ser exitoso. ¿Te imaginas haber crecido con la creencia de que sólo tienen dinero las personas deshonestas o que sólo son felices las personas que tienen dinero? ¿No te inquieta ser de las personas que creen que sin una pareja serás infeliz hagas lo que hagas, o que sin una carrera ya puedes considerarte un fracasado/a?.

No podemos cambiar lo que ha pasado hasta hoy, pero sí comprenderlo y darle otro significado para sanarlo y liberarnos.

Si tomamos conciencia de nuestras creencias y aprendemos a positivizar (de manera realista), sobre todo, las creencias limitantes, estaremos abriéndonos a nuevas oportunidades y permitiéndonos tomar la responsabilidad sobre nuestra vida. Dicho de otra forma, estaremos ejerciendo nuestra capacidad o habilidad para responder de manera consciente ante lo que nos sucede.

Así nos lo afirma Carmen Sherpa, nuestra coach especialista, que, teniendo como premisa todo lo que hemos venido abordando, ha diseñado un proceso de acompañamiento en creencias limitantes y potenciadoras. Su objetivo principal es llevarnos paso a paso, a través de una serie de ejercicios de toma de conciencia, a confiar en nosotros mismos, trazar nuestro propio camino y tomar nuestras propias decisiones.

¿Qué pasos plantea para ello?
Veamos algunos puntos importantes:
  • Tomar conciencia (lo repetimos porque es un concepto fundamental y prioritario). De hecho, sin este proceso de observación consciente no hay posibilidad de cambio real y duradero.
  • Asumir la responsabilidad sobre los propios pensamientos, sentimientos y actos, para ser el protagonista de una vida plena.
  • Aceptar y perdonar. Pasos necesarios para aprender y liberarnos del pasado.
  • Conectar con nuestro propósito. Con el interior y el exterior, entendiendo que, “como es dentro, es fuera”; lo que resuena con nuestro Ser forma parte del auténtico propósito de vida.
  • Vivir en el presente. Dado que el momento presente es lo único que tenemos. Poner la atención en el aquí y ahora es enfocarse en la vida.
  • Sintonizar con nuestro interior. Porque sólo así puede ocurrir una sanación duradera y auténtica. La solución no está fuera de nosotros. La búsqueda de la sanación está en el interior de cada uno de nosotros.

Nuestro modelo o mapa mental nos ha servido en nuestra vida para llegar hasta donde estamos; aunque para avanzar, para cambiar de rumbo o para redirigir aspectos puntuales, es imprescindible contar con nuevos recursos mentales, nuevas actitudes y nuevos comportamientos.

Carmen, en tal sentido, nos dice: “La posibilidad de cambiar es parte de nuestro poder; tenemos que aligerar la mochila que cargamos de cosas que, aunque hemos hecho nuestras, no lo son y no nos pertenecen”.

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Constelaciones Familiares: depresión y tristeza sin causa aparente.

La depresión está cada vez más presente en nuestra sociedad. En base a sus datos, la Organización Mundial de la Salud, la ha denominado «la mayor epidemia del siglo XXI».

Muchos podemos caer o ya hemos caído en las garras de la depresión. El tiempo no cura. Avergonzarnos y esconderla nos esclaviza; sufrirla nos corroe. Hay mejores opciones. Las Constelaciones Familiares es una de ellas.

Veamos, antes de continuar, algunos de los síntomas a través de los cuales se manifiesta la depresión:

  • Tristeza, sentimiento de vacío.
  • Cansancio, pérdida de energía.
  • Pérdida de todo interés por casi todas las actividades.
  • Sentimiento de desvaloración.
  • Pesimismo, pensamientos negativos.
  • Rumiaciones ansiosas.
  • Insomnio o todo lo contrario.
  • Trastornos de concentración y de memoria.
  • Ideas suicidas.

No es lo mismo estar triste que estar deprimido. La tristeza en una persona no le impide levantarse todos los días, comer, andar, trabajar y tener amigos. Su vaso lo ve medio lleno porque a pesar de su tristeza, está en la vida. La tristeza se mueve en el ámbito psico-emocional y mental y puede estar ligada a la pérdida de un ser querido, por ejemplo.

Recuerdo el caso de una mujer profundamente triste de unos sesenta años. El trabajo sistémico exploratorio que realizamos nos llevó hasta su nacimiento, en el que descubrimos que también nació su hermano gemelo, pero muerto. Aquel viaje a su inconsciente nos dio la clave. Durante los nueve meses de embarazo, su embrión en desarrollo convivió estrechamente con el de su hermano en el volumen contenido del vientre materno. Cada vez que ella quería mover su brazo necesitaba que su hermano le dejara el espacio necesario realizando un movimiento simultáneo para ocupar el espacio equivalente vaciado a su vez por ella.  

Así, durante nueve meses de gestación se crean unos vínculos profundos entre gemelos. Si uno desaparece, el otro se queda sin su compañero entrañable. Este corte radical de comunicación y relación con el otro produce mucho vacío y dolor. Dado que un bebé no dispone de recursos para soltarlo, lo aparca en su inconsciente. Mientras el dolor de la pérdida se mantiene inconscientemente ahí, la tristeza es el síntoma que da testimonio de su existencia y que nos dice: ¿qué tenemos que aprender y resolver? Hay personas que necesitan más de sesenta años para encontrar su respuesta. Cuando ella se dio cuenta de su implicación, su cara se transformó y se iluminó.

Hemos visto de qué se trata la tristeza, pero entonces: ¿en qué se diferencia con la depresión?

En que además del ámbito psico-emocional y mental, la depresión se extiende al corporal, hasta la enfermedad. La persona que la sufre suele perder su impulso vital. El depresivo no suele llorar. Quien llora es el triste. El dolor de la persona depresiva es intenso y extendido. No avisa de sus acciones. Puede abandonar sus obligaciones de pareja, del hogar y del trabajo. Y en muchos casos, se aleja tanto de ellas que pone en peligro su propia vida o la de las personas que tiene a su lado.

¿Cuántas veces hemos oído afirmar desde la ignorancia que la persona depresiva “no quiere” asumir sus obligaciones? Es fácil criticar lo que se desconoce. Enjuiciar y criticar no sirve. Albert Einstein decía sabiamente: «Los problemas no pueden resolverse desde el mismo nivel de conciencia en el que fueron creados». De esta forma, yo prefiero creer que “no puede” asumirlas. Y así, puedo acompañar a la persona en depresión a buscar sus causas y posibles soluciones. Para ello me baso en las siguientes hipótesis:

  1. Cada emoción está compuesta por una memoria y una energía asociada.
  2. Cada uno de nosotros somos portadores de un cierto paquete de emociones reprimidas por lo dolorosas que fueron en su día, generadas en mi vida o procedentes de las vivencias no resueltas por los antepasados de mi sistema familiar y tomadas inconscientemente por cada uno.
  3. Por tanto, cada uno de nosotros lleva en su inconsciente un ramillete de energías de aquellas emociones de tristeza, ira, miedo, etc., que aún no hemos liberado.
  4. La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma.
  5. La energía puede transformarse en materia, y viceversa.
  6. La energía es el lazo de unión entre nuestro cuerpo, mente, emociones, alma y espiritualidad; y también con los demás y con el universo.
  7. La energía que llevamos cada uno de nosotros es personal y única.
  8. Esa energía específica puede interferir en los procesos y en las reacciones biológicas de nuestro cuerpo, facilitando unas y frenando otras por aquello que hay reacciones exotérmicas, neutras y endotérmicas, y producir desequilibrios, desórdenes y enfermedades.
  9. El cuerpo es, pues, el receptor de todas las emociones que no hemos sabido resolver antes. Si bien la enfermedad puede ahondar la depresión, también puede ser el detonante que nos lleve hacia la salud.
  10. No necesitamos enfermar para elevar nuestro nivel de consciencia, reaccionar en positivo y soltar todas esas cargas inconscientes que nos complican la existencia. Prevenir es menos doloroso y más humano, vital, dichoso, pleno y barato.
  11. Nunca es tarde para resolver, aliviar, reconciliar y encontrar la paz. Los profesionales de los cuidados paliativos lo saben muy bien.

Las Constelaciones Familiares muestran que la depresión puede estar provocada por un sentimiento de vacío.

Champetier de Ribes: “A la persona que la sufre, le falta respetar, amar y tomar a alguien de su sistema familiar con quien está identificado, el cual, vivió hechos dolorosos que no pudo procesar. Es probable que este antepasado rechazara tomar a su madre, y por tanto, la vida. En este caso, la persona deprimida tampoco toma a su madre, por transferencia”.

Hellinger: “La sensación de estar completo brota cuando cada uno que pertenece a mi sistema ha recibido su lugar en mi corazón. Éste es el auténtico sentido de estar completo. Sólo desde esta plenitud, la persona se halla libre para desarrollarse. Aunque sólo falte uno de los que forman parte de su sistema, la persona se siente incompleta”.

Las personas coléricas e irritables pueden esconder a una persona deprimida ¡Y al revés! La depresión puede esconder una profunda ira, resultante de hechos tan dolorosos como el abandono, el rechazo o la traición.

Si la depresión lleva al deseo de morir, puede ocultar la existencia de una energía asesina que merodea por el sistema familiar por las razones que fueran. En este caso, la depresión y los intentos de suicidio son modos de redimir las pulsiones nacidas de aquella, cuyas causas se pueden explorar y encontrar.

Comentaré otra situación. El caso de un hombre de 35 años con un enorme malestar.

Vino a un taller de Constelaciones Familiares. Lo sufría, pero desconocía la causa. Su nacionalidad era alemana y vivía en España. Durante el trabajo sistémico apareció su abuelo paterno, quien ejerció de oficial de las SS nazi durante la Segunda Guerra Mundial. La relación entre ambos se mostró difícil. Su nieto rechazaba sus actos, lo despreciaba, y al hacerlo, despreciaba un 25% de sus propios orígenes, se despreciaba a sí mismo. ¿Qué hacer ante tal legado? Tras diversos movimientos y ante un representante de su abuelo, su nieto le pudo decir: “Querido abuelo, hicieras lo que hicieras, continúas siendo mi abuelo”. Se produjo una explosión emocional, lloros profundos y abrazo. El nudo se deshizo. Después de esta reconciliación, vino la serenidad y la paz.

Las Constelaciones Familiares constituyen un novedoso y potente saber hacer que, al utilizar otras formas de mirar, pensar, sentir, decidir y hacer, ayuda a las personas y a los sistemas humanos a los que pertenecen a lograr cambios sustanciales y positivos y a salir de situaciones difíciles persistentes.

Liderar desde el Ser: Modelo de Interacciones Primordiales.

Interacciones Primordiales.

Liderar desde el Ser.

“Permanecer en la presencia de su Ser es la cualidad más poderosa y transformadora que puede encarnar un líder, pues en esto se basa su capacidad de despertar en otros la memoria de su verdadera naturaleza y potencialidades. No obstante, nadie puede inspirar o despertar auténticamente en otros lo que no ha despertado antes en sí mismo”. Daniel Taroppio.

Uno de los rasgos más importantes de cualquier líder contemporáneo es la integralidad; es decir, ser un líder en todos los aspectos de la vida. Veamos algunos de los atributos que constituyen esa integralidad.

Un primer rasgo fundamental para cualquier líder es el liderazgo del pensar. Es decir, tener la osadía de visualizar escenarios e imaginar realidades que aún no se han manifestado, mundos nuevos, situaciones nuevas, proyectos nuevos. O bien recrear proyectos, situaciones, empresas, etc., desde una nueva mirada.

Sin embargo, el liderazgo de pensar no nos puede llevar muy lejos si no podemos acompañarlo del liderazgo del poder. Y aunque la palabra poder tiene bastante mala prensa, nuestro especialista está en desacuerdo con ello y nos afirma: “Lo que corrompe no es el poder, es el egoísmo, la corrupción, la deshonestidad. De hecho, siempre es mejor poder que no poder, incluso en lo que tiene que ver con cosas malas, pues siempre podremos decidir no hacerlas”.

No obstante, tanto el poder como el pensar tampoco son suficientes sin el liderazgo del hacer. Es decir, si todo lo que pensamos, soñamos y deseamos -por más novedosos que sea-, o si todo el poder que tenemos no lo podemos materializar o traducirlo en acciones, entonces todo el pensamiento y el poder se vuelven estériles y no nos llevan a ningún sitio. Necesitamos acción. Aunque el hacer tampoco vale del todo si no nos lleva al liderazgo del tener. Todos los líderes tienen cosas, pero más allá de las cosas, necesitamos tener logros y alcanzar objetivos; caso contrario, estamos perdidos.

El nuevo líder debe pensar, poder, hacer y tener. ¿Sólo eso?

Ciertamente, hay muchos líderes de la humanidad que han sido capaces de cambiar el mundo con esos cuatro atributos. ¿Ejemplos? Adolf Hitler, Margaret Thatcher, Joseph Stalin y Saddam Hussein (entre otros). Todos ellos tenían las cuatro características. Todos pensaban de una manera, tenían poder, tomaban acción y tenían cosas. Sin embargo, eran líderes no integrales, negativos, machistas y patriarcales a los que les faltaba desarrollar otros atributos fundamentales. Por ejemplo, el sentir. Hoy, más que nunca, los líderes necesitan desarrollar su sensibilidad, su capacidad de encuentro y de conectividad.

Sin embargo, hay una cualidad más que tenemos que sumar para considerar a un líder un gran líder y es la cualidad del Ser; el liderazgo del Ser. Partamos aquí desde los ejemplos de líderes que también han cambiado el mundo, pero integrando todas las capacidades que hemos venido mencionando: Madre Teresa, Mahatma Gandhi, Nelson Mandela (entre otros). Poca explicación hace falta para marcar la antítesis que existe entre estos liderazgos y los que mencionábamos con antelación.

Claro que cuando hablamos del Ser, hablamos de algo intangible, de una realidad interior y en esta actualidad en la que para creer necesitamos ver, tocar, medir y/o calcular, resulta complejo abordar este tipo de conceptos. No obstante, Daniel Taroppio, ha desarrollado un Modelo -con bases científicas- desde el que contempla este Liderazgo desde el Ser. Modelo de Interacciones Primordiales.

A continuación, brevemente, explicamos sus tres hipótesis centrales:

1. La herida básica del ser humano contemporáneo.

No hay nadie en el mundo que, contemplando un amanecer, sintiéndose pequeño en el universo, presenciando un nacimiento etc., no se haya preguntado: ¿Qué sentido tiene la vida, la existencia? ¿De dónde provenimos? ¿Hacia dónde vamos? Claro que, al no dar con las respuestas, inhibimos la pregunta. Antiguamente se inventaban mitos y así todos creían en ello (en lo mismo) y no seguían cuestionando. No obstante, el ser humano contemporáneo necesita evidencias, no se conforma con mitos.

Vivimos en un mundo en el que tenemos como “reprimida” la pregunta por el sentido de la vida. Como si no tuviéramos raíces, ancestros ni civilización. Lo que el Modelo de Interacciones Primordiales plantea es que si nosotros no abordamos esa herida fundamental, nos podemos pasar la vida poniendo parches sobre todos nuestros problemas: sexuales, financieros, sociales, familiares, etc. Lo que propone este modelo es hacemos cargo de la herida básica y sanarla. Cuando uno logra trabajar desde la profundidad del Ser, contacta con su identidad más verdadera. No significa esto que los problemas se extinguen; por el contrario, siguen existiendo pero se solucionan desde un lugar nuevo y distinto.

2. La Perfección Original del Ser.

El Modelo entiende que en cada ser humano existe un proyecto original, profundo que no viene por la cultura y que no es aprendido, pero se recuerda. Y la tarea más importante de los líderes, en cualquier ámbito, es propiciar que ellos mismos y las personas que les rodean contacten con esa sabiduría primordial, la liberen y sean ellos mismos.

Esta Perfección Original, Núcleo Primordial o Ser no es un plan predeterminado, fijo, sino un campo dinámico de potencialidades que podemos administrar a lo largo de la vida desde nuestros condicionamientos y libertades. Podríamos decir que desde el latido de nuestro corazón, la capacidad de absorber alimentos, hasta la creatividad más sofisticada, está sostenida en estas capacidades que nos vienen dadas por la evolución universal. ¿Cuál es entonces el sentido único del liderazgo? Liberar este potencial natural inherente a cada Ser humano. Un líder integral inspira para que las personas se contacten con su propia verdad y la desplieguen. Cuando muchas personas han conectado con su naturaleza y la liberan (familia, institución, empresa o país), ahí hay un líder que ha tocado su Ser y ha inspirado a otros para alcanzar logros extraordinarios.

3. La vida es el arte del encuentro.

Vivir es aprender a encontrarnos con nosotros. Cada encuentro que tenemos es un empezar a conocernos. Cada persona que nos encontramos tiene algo nuevo que mostrarnos sobre nosotros. Es imposible crecer y conocernos sin el encuentro con el otro.

De hecho, la herida básica a la que nos referíamos en el punto 1, sólo se puede sanar en el encuentro con uno mismo y con los demás y toda institución puede ser un espacio que propicie ese encuentro (o no). Son los líderes los que facilitan y habilitan la posibilidad de que ese encuentro ocurra.

El Modelo de Interacciones Primordiales ayuda a despertar un nuevo estilo de liderazgo y conducción sobre la propia vida, que se traslada naturalmente al ámbito personal, familiar, social, laboral y/o profesional.

El nuevo líder integral es un agente de cambio social, pues su lugar en las organizaciones le brinda una oportunidad privilegiada para hacer la diferencia, no sólo en las empresas sino en todos los ámbitos en los que participa.

Artículo basado en la Conferencia de Daniel Taroppio sobre Liderazgo e Inteligencia Emocional. 

Constelaciones familiares: las emociones en la pareja.

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Constelaciones familiares.

Las emociones en la pareja.

Las hay, muy diversas. La relación de pareja es muy emocional y se encuentra en constante cambio. Y es asunto de dos.

Cuando vivenciamos emociones, es cuando vivimos, más que existimos. Unas nos facilitan la relación de pareja y otras la dificultan. Unas nos ayudan a estar en sintonía, otras aportan parásitos y ruido, otras hacen saltar chispas y otras nos desconectan. Emociones como la rabia, el miedo, la tristeza o el asco, están ahí por algo. Son una respuesta a lo que nos pasó ¿Qué hacer con ellas?

En cuanto a las primeras, a las que nos ayudan a una buena relación, potenciarlas. Cuanto más tiempo dediquemos a saborear nuestras experiencias positivas, cuanto más las dejemos entrar en nosotros y más las interioricemos, más memorias emocionales vitales y duraderas albergaremos y más estructura neural cimentaremos con ellas.

¿Qué hacer con las emociones restantes? Pues, cambiarlas, liberarlas o borrarlas de nuestro disco duro. ¿Cómo? La clave de nuestra felicidad está en lo que nos hace infelices, en nuestro almacén inconsciente de memorias dolorosas, cada una con su correspondiente energía asociada. Cada uno de nosotros llevamos una mochila única, con una mezcla única de memorias y energías asociadas, gracias a la cual emitimos y captamos continuamente ondas de un determinado perfil.  Cuando éstas sintonizan muy bien con las de otra persona que vemos como potencial pareja, nos enamoramos, estamos felices con ella y comemos perdices.

Pero este contenido único de nuestra mochila cambia con el tiempo porque la mezcla de memorias y energías asociadas, procedente de nuestra herencia emocional familiar aún no resuelta, está en constante movimiento, así como las emociones derivadas de todos los hechos fuertes y no digeridos que vamos viviendo a nivel personal en nuestro constante deambular por la vida. A consecuencia de ello, también cambia el perfil único de nuestras ondas y, por tanto, nuestra habilidad única para sintonizar con las de nuestra pareja, que a su vez, también cambian en el tiempo. Así, pues, según la evolución de cada uno, la relación de pareja puede hacerse más íntima, mantenerse o dislocarse.

Nuestro aquí y ahora está influido y moldeado por nuestro pasado a través de las memorias vivas que poseemos del mismo. A este respecto, la conocida frase: “La infancia es destino” nos da la pista que una gran parte de nuestras memorias y energías asociadas provienen de cuando éramos pequeños, sin los recursos necesarios para afrontar determinadas situaciones duras, ante las que para sobrevivirlas, sólo pudimos reprimir nuestras emociones (rabia, miedo, etc.) y esconderlas en nuestro inconsciente, a la espera de poder encontrar una solución para ellas. Pero mientras permanecen en el inconsciente, ejercen y actúan para sorpresa y desazón nuestra, dado que nuestra conciencia no es consciente de ello.

“Lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino”, según Jung. Un destino que supera y somete a nuestra voluntad.

Hasta que yo no entre en mi inconsciente para salir de mi inconsciencia, éste continuará dirigiendo mi vida, y yo le seguiré llamando destino.

Las Constelaciones Familiares nos ayudan a entrar en nuestro inconsciente, a encontrar las emociones que dificultan las relaciones de pareja, sus causas y conexiones para desactivarlas, a liberar aquellas y a poner orden y paz en el Sistema Familiar.

Los siguientes casos reales nos ayudan a comprender su aportación:

Mujer de 28 años. Bastante fría. Ha tenido varias parejas, de las que ella se separa antes de un año. Es hija única de un padre adoptado y de una madre que es la segunda de sus tres esposas en el tiempo. Las abandonó cuando ella tenía un año. Es difícil establecer lazos afectivos con un hombre si no los has vivenciado antes con tu padre. El abandono produce rechazo y al mismo tiempo un profundo anhelo por lo que no pudo ser. Esta es la emoción trampa que te engancha y te mantiene enganchado en ella hasta que la sueltas. ¿Cómo? Reconociendo que nuestros padres son los mejores. Tenemos un 50% de cada uno de ellos. Si no lo hicieron mejor, no fue porque no quisieron, sino porque en sus circunstancias únicas, no pudieron hacerlo mejor. Una vez reconocidos los hechos y reconciliada con lo sucedido, la mujer está en condiciones para afrontar una nueva y satisfactoria relación de pareja.

Un matrimonio con hijos. Están pensando en separarse cuando viene a verme. Discuten por casi todo. El trabajo sistémico permite descubrir que, además de la muerte de hermanos respectivos, cada uno de ellos está emocionalmente enganchado con la muerte de su tercer hijo, cuyo duelo no han hecho. Se trata de un acontecimiento tan doloroso que a veces se evita, no se mira y, por tanto no se hace. Ello genera inconscientemente una tristeza profunda y permanente. La solución pasó por mostrar claramente la situación, hacer todos los duelos, liberar el dolor que los dos llevaban y no excluir a nadie.

Mujer de 35 años. Estando embarazada de su segundo hijo, lo pierde. Le descubren varios quistes en el útero. Una primera constelación permite descubrir la conexión entre estos quistes y varios abortos sufridos por su abuela materna. Hay reconocimiento y reconciliación. Al cabo de un año, sus quistes casi han desaparecido. Vuelve para constelar su enfado. Ella se ha separado de su marido, y éste se ha casado con otra mujer sin anunciárselo. Esta segunda constelación ayuda a descubrir un bloqueo emocional masculino a lo largo de su sistema paterno y la conexión existente entre su enfado y la segunda mujer de su ex marido. Necesita tiempo para asimilar lo visto. En Constelaciones Familiares, poco es mucho.

Mujer de 34 años. Siente malestar. Vive con su pareja, una mujer de 33 años con dos hijas, separada del padre de éstas. El padre de ella maltrataba a su madre. El presenciar de pequeña situaciones tan dolorosas entre sus padres le motivó para aprender y alcanzar el campeonato nacional de un arte marcial para poder defender a su madre de la violencia de su padre. Al mismo tiempo honraba a esta violencia con la práctica de un deporte de lucha. Inconscientemente somos leales y honramos a nuestros dos progenitores, pase lo que pase. Su rol actual es masculino apoyando lo femenino. El inconsciente busca completar el complejo puzzle de nuestra posición en la vida, en la que todo encaja, aunque el consciente no entienda casi nada al respecto. El verlo de frente, encontrarle sentido y reconciliarse con ello, la tranquilizó y serenó profundamente.

Las Constelaciones Familiares ayudan a:
  • Rastrear las posibles causas y comprender las dinámicas subyacentes.
  • Modificar o borrar memorias inadecuadas.
  • Activar y poner en marcha procesos que llevan del atasco al desatasco, del desorden al orden, del desequilibrio al equilibrio, de la confusión a la claridad, del odio y el miedo a la reconciliación y a la paz.
  • Constituir un terreno fértil en el que pueda germinar un impulso inicial hacia una solución a los retos vitales de las parejas.

Las Constelaciones Familiares ayudan paradójicamente a encontrar soluciones sencillas a situaciones complejas.

Este taller te ayuda a entrar en ti. A comprender lo que lo racional no alcanza a entender. A cambiar y mejorar tu situación, la de tu pareja y la de tu sistema familiar en sentido amplio.

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Modelo de Interacciones Primordiales: Coaching Primordial y Psicoterapia Transpersonal.

Daniel Taroppio creador del modelo de interacciones primordiales, señala: “El Coaching y la Psicoterapia Primordial nos permiten acceder a las dimensiones más profundas de la naturaleza psicogenética para, desde allí, liberar potencialidades que a veces ni siquiera imaginamos poseer. Un proceso de desarrollo personal profundo pone a nuestra disposición potencias, energías y capacidades nuevas y poderosas que pueden resultar determinantes a la hora de encarar nuestros desafíos y proyectos”.

De esta forma, el objetivo de ambas disciplinas consiste en llegar a la raíz de las necesidades, de las problemáticas y de los padecimientos humanos. Para ello, incluyen metodologías de trabajo corporal, emotivo, lingüístico, cognitivo, energético y meditativo, denominadas: Danza Primal, Lingüística Primordial y Meditación Orgánica, que suponen una diferencia sustancial en cualquier proceso de transformación personal e interpersonal.

Sin embargo, la diferenciación del tipo de prácticas no significa de ninguna manera que exista un límite entre y/o en la aplicación de todas ellas. El concepto de integralidad, efectivamente, no depende de cuántas prácticas se aúnen para formar un modelo de trabajo o de cuántas dimensiones de las personas o de la realidad abarquen; por el contrario, se trata de cómo esas prácticas que conforman el modelo se integran entre sí, respondiendo a una mirada amplia, profunda, sistemática y coherente de la naturaleza humana.

Y aquí haré un pequeño paréntesis que entiendo necesario. Para una mayor comprensión del modelo, haremos una breve descripción de cada metodología, entendiendo, como habíamos dicho, que en la aplicación todas ellas están integradas entre sí.

La Danza Primal aporta un trabajo corporal que permite liberarnos de los bloqueos energéticos que dañan nuestra salud física y mental, recuperando la naturalidad de nuestro cuerpo.

La Lingüística Primordial es un método para transformar el lenguaje manipulativo en una comunicación altamente efectiva, transparente y saludable. En sus etapas avanzadas, incorpora lo que denominamos comunicación primordial propiamente dicha, que no pasa sólo por el lenguaje hablado o corporal sino que es esencialmente vibracional. La comunicación vibracional  depende de nuestro estado vibratorio interior. Es por lo tanto la forma más profunda y menos manipulable de comunicación a la que podemos acceder.

La Meditación Orgánica. Se trabaja con técnicas meditativas totalmente prácticas, sin dogma alguno y por lo tanto asimilables a cualquier sistema religioso. Brindan una experiencia vivencial de nuestra pertenencia a la totalidad del universo, permitiendo sanar desde su raíz la profunda sensación de alienación y vacío que tanto angustia al ser humano de hoy.

¿Cuántas veces en un proceso de transformación personal, el coach o el psicoterapeuta se quedan sin saber cómo integrar el lenguaje, el cuerpo, la emoción y la energía de una persona?

¿Cuántas veces se encuentran con personas que vibran todo el tiempo desde una emoción que poco o nada tiene que ver con sus lenguaje verbal o corporal? Sin conocimiento de esos dominios y de las prácticas que mencionábamos, ¿cómo sería posible para los profesionales identificar esos aspectos claves, para ayudarle a las personas a explorarlos, a integrarlos con los demás aspectos y fluir?

Por ejemplo, en aspectos de la vida personal, el Coaching Primordial y la Psicoterapia Transpersonal, ponen en el centro de su dedicación los temas fundamentales, existenciales, medulares, y a partir de allí generan procesos de transformación que decantan sobre todos los desafíos prácticos y concretos de la vida cotidiana. ¿Por qué? ¿Para qué? Básicamente porque van tras la búsqueda de sanación de las relaciones interpersonales. Nuestra vida privada es una vida en interacción, es un entramado de vínculos de todo tipo. Cuando nuestra vida de relación está en armonía, cuando nuestros vínculos son satisfactorios, nuestra vida personal crece en todas sus dimensiones.

De igual forma, operan en aspectos como la salud. En este sentido, numerosas investigaciones han demostrado la íntima relación entre nuestro lenguaje interno e interpersonal y nuestra salud física, mental y vincular. Las palabras, y por ende las creencias, juicios y modelos mentales con los cuales nos hablamos a nosotros mismos y a los demás, afectan directamente la química y la estructura de nuestras células, que responden a estos estímulos con salud o enfermedad. Del mismo modo, nuestra corporalidad, nuestro estado emocional determinan nuestro lenguaje, juicios y creencias, todo lo cual se revierte en nuestros vínculos, profesiones y organizaciones.

El Coaching Primordial y la Psicoterapia Transpersonal trabajan directamente sobre la relación entre nuestros diálogos internos e interpersonales y nuestra química interna, influyendo sobre la forma en la que la palabra determina los estados corporales y emocionales y los vínculos que determinan nuestra salud físico-emocional y la de nuestras relaciones interpersonales.

Por todo lo dicho, la formación en Coaching Primordial y la formación en Psicoterapia Transpersonal aporta el entrenamiento y las herramientas necesarias para que los profesionales conozcan su propia corporalidad, su energía y su emocionalidad y, desde allí, sean capaces de desarrollar una sensibilidad afinada para facilitar en las personas esos mismos procesos.

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