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Intensifica el valor transformacional del Coaching y la Psicoterapia.

Danza Primal y Coaching Corporal.

Daniel Taroppio, señala que “sólo un abordaje integral, que incorpore el cuerpo, el lenguaje, la energía y las interacciones personales, puede hacer del coaching y la psicoterapia verdaderos métodos de transformación personal y organizacional”.

¿Por qué nos referimos concretamente a estos ámbitos profesionales?

Veamos. Es habitual escuchar que durante las sesiones de coaching o de psicoterapia, las personas muchas veces dicen lo que piensan y sienten, pero otras -consciente o inconscientemente- diluyen o esconden en el discurso la intensidad de sus emociones. No obstante, aún con esas “manipulaciones”, las personas todo el tiempo se están comunicando a través de la palabra, de la energía, de la emoción y de la corporalidad. Lo positivo es que toda esta información está allí, a disposición quien consulta y del coach. Lo negativo es que no siempre es tenida en cuenta o se le da la relevancia que tiene.

Curioso o no, incluso cuanto mayores son las capacidades lingüísticas de una persona disociada de su cuerpo, mayor puede ser su capacidad para desvirtuar y ocultar su propia emocionalidad, y esto, inexorablemente, le lleva a una existencia frustrante. Ahora bien, para que esas personas recuperen su vitalidad y su energía vibrante es necesario que los profesionales estén preparados para detectar esos bloqueos, y para acercarles metodologías simples que les permita trabajar naturalmente en su integración lingüística, corporal y energética.

Esa preparación profesional de la que hablamos exige trabajar, vivenciar y experimentar esa conciencia corporal y esa integración -en primer lugar y en primera persona-.

Por ejemplo, la toma de conciencia de los propios movimientos primordiales: gestos, posturas, miradas, respiración y energías que proyecta y recibe de otros, permite darse cuenta que es posible enriquecerlos conscientemente, liberando y expandiendo todas las capacidades sensitivas y expresivas del organismo.

El objetivo es aportar el entrenamiento y las herramientas necesarias para que coaches y/o psicoterapeutas conozcan su propia corporalidad y emocionalidad y, desde allí, sean capaces de percibir -en presencia y por resonancia- si los movimientos de las personas conllevan un flujo natural y coherente de sus energías y emociones, o para detectar si tiene algún tipo de bloqueo y ayudarles a liberarse de él.

Para ello se abordan distintas disciplinas de trabajo:

  • Dimensión lingüística: Lingüística Primordial.

Una disciplina que trabaja sobre la forma en que la palabra determina los estados corporales-emocionales, las relaciones interpersonales y viceversa.

  • Dimensión corporal-energética: Movimiento Primordial.

Permite trabajar con nuestra corporalidad, estado emocional, afectividad y creatividad. Constituye un método de trabajo psico-corporal, que permite a coaches y terapeutas percibir los bloqueos emocionales-energéticos en sus consultantes y acompañarlos en el proceso de liberación.

  • Dimensión meditativa: Meditación Primordial.

Es un trabajo respiratorio, de relajación y aquietamiento mental. Nos permite objetivar los propios procesos mentales, de manera que, en lugar de funcionar a través de patrones inconscientes, podamos convertirlos en objetos de nuestra percepción y des-identificarnos de ellos.

La integración de Lingüística y Movimiento Primordial brinda al coach o psicoterapeuta un doble aporte. En primer lugar amplía y profundiza su mirada, al permitirle percibir desde una sensibilidad expandida la corporalidad de quien consulta, integrada o disociada de su lenguaje verbal. En segundo lugar, le brinda una metodología que cuenta con ejercicios específicos para trascender esta disociación y colaborar en la integración psicofísica y emocional de cada coachee y/o paciente.

Para coaches y psicoterapeutas, entre otras cosas, integrar el Movimiento Primordial en la propia corporalidad significa:

  • Conocer la disociación de su cuerpo y aprender a asociarse, expresando sus sentimientos y emociones corporalmente.
  • Recuperar las capacidades básicas que ha ido perdiendo, producto de la socialización, a través de sus movimientos naturales.
  • Comprender la propia modulación emocional -el arte de equilibrar la consciencia y expresividad de las emociones sin perderse en ellas; sin disociarlas, reprimirlas o negarlas-.
  • Desarrollar espacios de silencio, quietud y serenidad interior, desde los cuales desplegar una nueva mirada acerca de sí y de su mundo.

Con sus clientes:

  • Potenciar el trabajo lingüístico permitiendo el despliegue de procesos de transformación más efectivos y profundos, a través de la aplicación de metodologías corporales-energéticas, realizando un proceso de desbloqueo y liberación corporal-emocional-energética.
  • Deconstruir los patrones de pensamiento disfuncionales, articulando lenguaje y cuerpo para lograr que la palabra organice y exprese auténticamente el estado interior de las personas y les permita descubrir todas las posibilidades que les ofrece una situación.

Acompaña a tus clientes a elegir de qué forma quieren crear su mundo personal y relacional haciendo conscientes sus dinámicas emocionales.

Danza Primal: el arte de gozar, servir y trascender.

“Mientras las filosofías y los dogmas caen, el más sabio y sagrado de los libros sigue estando a nuestra disposición para que aprendamos de él minuto a minuto. Esta obra magna del universo, la mayor de las revelaciones, es nuestro cuerpo”. Así lo afirma Daniel Taroppio, director de la Escuela de Psicología Transpersonal-Integral (EPTI) y creador de la Danza Primal.

Nuestro organismo está cargado de información universal. Millones de años se sintetizan en cada uno de nosotros y que todo ello representa una fuente de sabiduría que está a nuestra disposición, incluso a pesar de que hayamos olvidado cómo acceder a todo ese saber primordial. La Danza Primal, en tal sentido, fue concebida como un “puente” para volver a re-conectar con esa esencia, para re-activar nuestras energías creativas y para recordar nuestra capacidad de plenitud.

Efectivamente, todos los seres humanos en plenitud tenemos siete capacidades esenciales: La confianza, el disfrute de la vida, el poder personal, la afectividad, la inteligencia creativa, la intuición y el sentido de la trascendencia. Esta técnica nos permite activar esas memorias para que volvamos a conectar y a desplegar toda esa sabiduría y todas estas potencialidades naturales que tenemos, que en tantos casos hemos olvidado y en otros, producto de la educación y de distintas influencias, han sido igual de estimuladas que reprimidas.

Ahora bien, por más reprimidas u olvidadas que hayan sido, cada una de ellas permanece en nosotros intacta.

¿Cuál es la herramienta principal de la Danza Primal para llevar adelante esta reconexión?

Bien lo describía el creador de la metodología al comienzo: a través del cuerpo, recuperando posturas, gestos, movimientos, sonidos, respiraciones y pautas de interacción ancestrales, primigenias y universales.

Por todo ello, la Danza Primal es una metodología de trabajo corporal-energético y emocional, basada en la recuperación de movimientos primales que activan y armonizan los siete chakras del Yoga. Por extensión, cada uno de esos centros comprende un conjunto de funciones y de potencialidades biológicas, psicológicas, sociales y trascendentes. Con la práctica de esta danza, como hemos dicho, se activan y armoniza estas energías, trabajando sobre estos centros y sus funciones mediante la integración de la música, el movimiento, la imaginería y la liberación de la voz.

Curiosamente, poniendo el cuerpo en movimiento, es posible aquietar la mente. Por ello, además de todo lo que hemos venido mencionando, la Danza Primal también es una forma de meditación. De alguna manera, nos permite experimentar la no dualidad, ya que durante la práctica, por ejemplo, dejamos de experimentar la música como algo ajeno a nosotros y entendemos que somos lo mismo: pura vibración y energía. Desde esa expansión de la conciencia es posible adoptar verdaderas perspectivas libres de condicionamientos sobre los problemas cotidianos y sobre la vida en general.

Esta danza no es un baile, no tiene coreografía ni pasos a seguir; algo parecido a la vida y a todas las situaciones y circunstancias que nos tocan vivir.

Esta metodología no nos invita a aprender sino a recordar y reconocer lo que pertenece a la naturaleza primaria, a lo original.

Es decir, su práctica sólo es una invitación a redescubrir, armonizar, integrar y liberar nuestras energías. Es un regreso a los movimientos simples, a los gestos originales, a los sonidos primigenios y al redescubrimiento de nuestro propio cuerpo como “energía vibrante”.

La transformación en lo que realmente somos ocurre siempre desde adentro hacia fuera. Teniendo en cuenta esta premisa y recordando que también nos permite reconectar y desplegar todo aquello que poseemos y que en muchos casos hemos olvidado, la Danza Primal consigue un gran impacto en varios niveles:

  • Plano psicofísico: nos permite el contacto con nuestra identidad básica, genética y biológica.
  • Plano emocional: nos facilita resolver bloqueos de la expresividad y padecimientos sexuales, de alimentación y/o de ansiedad.
  • Plano afectivo: nos permite la reconexión con las necesidades naturales de encuentro, intimidad y comunicación.
  • Plano Mental: supone una gran estimulación de la creatividad y la inteligencia para vivir en plenitud.
  • Plano espiritual: a partir de los movimientos primordiales conectamos con nuestro origen universal y aprendemos a fluir con la vida.

De esta forma, la Escuela de Psicología Transpersonal-Integral (EPTI) ha diseñado una serie de talleres de Danza Primal, a través de los cuales nos invitan a una vivencia pura, original y sin filtro desde el minuto uno. Una vivencia corporal, emocional y energética que nos muestra nuestra identidad, nos libera del ruido y de nuestra agitación interior y nos permite sentirnos en unidad con el universo.

“La danza primal es celebración, júbilo, encuentro, magia y calidez humana, porque es un retorno a casa, a la Fuente, al origen de todo lo que existe. Sólo así podemos sanarnos, renovarnos y renacer (…) Sólo entonces podemos ser lo que verdaderamente somos”. Daniel Taroppio

¿Cómo y por qué formarse en Psicoterapia Transpersonal y Coaching Primordial?

Interacciones Primordiales.

“A la hora de elegir una formación, las personas deben priorizarse a ellas mismas”. Así opina nuestro especialista, Daniel Taroppio. En ese sentido, señala la importancia de que cada uno entienda cuál es su llamado y desde qué lugar surge esa necesidad para formarse. Efectivamente, no es lo mismo encarar una formación de coaching o psicoterapia transpersonal buscando conocimientos, teoría e información, que encararlo para responder al profundo llamado de la vocación verdadera.

¿Cómo nos damos cuenta de que se trata de ese último caso? Podríamos proponer aquí el repaso de un artículo anterior «Liderando desde el Ser»; aunque también podríamos resumirlo en lo siguiente: la vocación verdadera es cuando uno quiere Pensar, Poder, Hacer, Tener y Ser para servir; cuando uno experimenta la profunda necesidad de entregar al mundo todos los conocimientos que brinda cualquier especialización.

En este sentido la Escuela de Psicología Transpersonal-Integral (EPTI) ofrece la posibilidad de hacer un proceso de desarrollo profundo, basado en el constructo teórico-práctico de las Disciplinas Transpersonales-Integrales, desde el cual se constituye el Modelo de Interacciones Primordiales, una concepción integral del ser humano que abraza sus dimensiones corporal, emocional, lingüística, cognitiva, socio-cultural, energética y trascendente, lo que permite el desarrollo de metodologías que abordan los procesos de transformación personal y organizacional de manera profunda, rápida y efectiva.

Las Certificaciones Internacionales de la EPTI están orientadas fundamentalmente a aquellas personas que tienen vocación de servicio y desean ejercerla desde cualquiera de estos caminos:

  • Coaching Primordial. Una certificación abierta a todas las personas, incluso a los que ya son coaches profesionales y quieren enriquecerse con nuevas herramientas que les ayude a integrar cuerpo-lenguaje-emoción y energía, enriqueciendo al mismo tiempo su perfil profesional con un mayor autoconocimiento y crecimiento personal.
  • Psicoterapia Transpersonal. En este caso, dirigida específicamente a profesionales de la salud (psicólogos y psiquiatras). Es una invitación a desarrollar una nueva mirada de la naturaleza humana, de sus potencialidades inexploradas y de las metodologías diferentes que mejoran la calidad de todo proceso de transformación personal.
  • Profesorado en Danza Primal. Es una metodología de trabajo corporal-energético-emocional basada en la recuperación de movimientos que movilizan el flujo primordial. Mediante posturas, respiraciones, gestos, sonidos, imágenes y ejercicios, su práctica es una invitación a redescubrir, armonizar, integrar y liberar nuestras energías.
  • Instructorado en Meditación Orgánica. El arte de la meditación permite que las personas desarrollen el arte de estar presentes aquí y ahora. Es una disciplina de trabajo respiratorio, de relajación y aquietamiento mental. Es un método para alcanzar descanso, la paz interior y conexión con la totalidad de la vida.

En cualquiera de estos caminos, los principios de trabajo aplicados son los mismos. Los detallamos a continuación:

1. Formación teórica de primer nivel. Para obtener un entendimiento profundo del Modelo del Ser humano desde dónde intervenimos. Por ello todos los formadores de EPTI son psicólogos y profesionales universitarios, con posgrados en las principales escuelas de Psicología Transpersonal del mundo.

2. Formación vivencial. Es fundamental que todos los métodos lingüísticos, corporales, emocionales y energéticos primero se vivan en primera persona. Es decir, que cada uno experimente esa exploración y ese encuentro con uno mismo en todas y cada una de esas cuestiones que suponen la expresión máxima de la plenitud del Ser humano. Luego de esta vivencia en primer lugar, cada uno será capaz de facilitar a los demás los métodos para que ellos mismos descubran y desplieguen todo su poder personal único, original e intransferible.

3. Formación-Prácticas. Muchas horas dedicadas e implicadas a brindar y a recibir sesiones de coaching y/o de psicoterapia. Siempre, por supuesto, bajo la supervisión y observación de un profesional idóneo que al finalizar cada sesión entregará un feedback del proceso.

4. Proceso transformacional profundo. Es, tal vez, una de las cuestiones más importantes. Por ello el aprendizaje es vivencial y permite que todo lo que se aprende sea aplicado -inmediatamente- al propio proceso de crecimiento y transformación personal.

Las Certificaciones de Danza Primal y Meditación Orgánica son un profundo trabajo personal y de desarrollo de habilidades que permite experimentar encuentros interpersonales con muchos compañeros de todo el mundo. En ese maravilloso marco natural del que presume Mendoza, un viaje a la montaña opera como una hermosa ceremonia de encuentro con nuestra propia naturaleza primordial. Todo ello para que la formación sea encarnada, vivida, sentida; para que sea una verdadera experiencia contemplativa, de autoconocimiento, de crecimiento interior, de sanación y de liberación.

Los diferentes programas de formación internacional que propone EPTI brindan una sólida y completa instrucción académica que comprende una profunda experiencia teórica, vivencial y práctica para formar agentes de crecimiento y cambio personal, institucional y social en los diferentes ámbitos del ser humano. 

Liderar desde el Ser: Modelo de Interacciones Primordiales.

Interacciones Primordiales.

Liderar desde el Ser.

“Permanecer en la presencia de su Ser es la cualidad más poderosa y transformadora que puede encarnar un líder, pues en esto se basa su capacidad de despertar en otros la memoria de su verdadera naturaleza y potencialidades. No obstante, nadie puede inspirar o despertar auténticamente en otros lo que no ha despertado antes en sí mismo”. Daniel Taroppio.

Uno de los rasgos más importantes de cualquier líder contemporáneo es la integralidad; es decir, ser un líder en todos los aspectos de la vida. Veamos algunos de los atributos que constituyen esa integralidad.

Un primer rasgo fundamental para cualquier líder es el liderazgo del pensar. Es decir, tener la osadía de visualizar escenarios e imaginar realidades que aún no se han manifestado, mundos nuevos, situaciones nuevas, proyectos nuevos. O bien recrear proyectos, situaciones, empresas, etc., desde una nueva mirada.

Sin embargo, el liderazgo de pensar no nos puede llevar muy lejos si no podemos acompañarlo del liderazgo del poder. Y aunque la palabra poder tiene bastante mala prensa, nuestro especialista está en desacuerdo con ello y nos afirma: “Lo que corrompe no es el poder, es el egoísmo, la corrupción, la deshonestidad. De hecho, siempre es mejor poder que no poder, incluso en lo que tiene que ver con cosas malas, pues siempre podremos decidir no hacerlas”.

No obstante, tanto el poder como el pensar tampoco son suficientes sin el liderazgo del hacer. Es decir, si todo lo que pensamos, soñamos y deseamos -por más novedosos que sea-, o si todo el poder que tenemos no lo podemos materializar o traducirlo en acciones, entonces todo el pensamiento y el poder se vuelven estériles y no nos llevan a ningún sitio. Necesitamos acción. Aunque el hacer tampoco vale del todo si no nos lleva al liderazgo del tener. Todos los líderes tienen cosas, pero más allá de las cosas, necesitamos tener logros y alcanzar objetivos; caso contrario, estamos perdidos.

El nuevo líder debe pensar, poder, hacer y tener. ¿Sólo eso?

Ciertamente, hay muchos líderes de la humanidad que han sido capaces de cambiar el mundo con esos cuatro atributos. ¿Ejemplos? Adolf Hitler, Margaret Thatcher, Joseph Stalin y Saddam Hussein (entre otros). Todos ellos tenían las cuatro características. Todos pensaban de una manera, tenían poder, tomaban acción y tenían cosas. Sin embargo, eran líderes no integrales, negativos, machistas y patriarcales a los que les faltaba desarrollar otros atributos fundamentales. Por ejemplo, el sentir. Hoy, más que nunca, los líderes necesitan desarrollar su sensibilidad, su capacidad de encuentro y de conectividad.

Sin embargo, hay una cualidad más que tenemos que sumar para considerar a un líder un gran líder y es la cualidad del Ser; el liderazgo del Ser. Partamos aquí desde los ejemplos de líderes que también han cambiado el mundo, pero integrando todas las capacidades que hemos venido mencionando: Madre Teresa, Mahatma Gandhi, Nelson Mandela (entre otros). Poca explicación hace falta para marcar la antítesis que existe entre estos liderazgos y los que mencionábamos con antelación.

Claro que cuando hablamos del Ser, hablamos de algo intangible, de una realidad interior y en esta actualidad en la que para creer necesitamos ver, tocar, medir y/o calcular, resulta complejo abordar este tipo de conceptos. No obstante, Daniel Taroppio, ha desarrollado un Modelo -con bases científicas- desde el que contempla este Liderazgo desde el Ser. Modelo de Interacciones Primordiales.

A continuación, brevemente, explicamos sus tres hipótesis centrales:

1. La herida básica del ser humano contemporáneo.

No hay nadie en el mundo que, contemplando un amanecer, sintiéndose pequeño en el universo, presenciando un nacimiento etc., no se haya preguntado: ¿Qué sentido tiene la vida, la existencia? ¿De dónde provenimos? ¿Hacia dónde vamos? Claro que, al no dar con las respuestas, inhibimos la pregunta. Antiguamente se inventaban mitos y así todos creían en ello (en lo mismo) y no seguían cuestionando. No obstante, el ser humano contemporáneo necesita evidencias, no se conforma con mitos.

Vivimos en un mundo en el que tenemos como “reprimida” la pregunta por el sentido de la vida. Como si no tuviéramos raíces, ancestros ni civilización. Lo que el Modelo de Interacciones Primordiales plantea es que si nosotros no abordamos esa herida fundamental, nos podemos pasar la vida poniendo parches sobre todos nuestros problemas: sexuales, financieros, sociales, familiares, etc. Lo que propone este modelo es hacemos cargo de la herida básica y sanarla. Cuando uno logra trabajar desde la profundidad del Ser, contacta con su identidad más verdadera. No significa esto que los problemas se extinguen; por el contrario, siguen existiendo pero se solucionan desde un lugar nuevo y distinto.

2. La Perfección Original del Ser.

El Modelo entiende que en cada ser humano existe un proyecto original, profundo que no viene por la cultura y que no es aprendido, pero se recuerda. Y la tarea más importante de los líderes, en cualquier ámbito, es propiciar que ellos mismos y las personas que les rodean contacten con esa sabiduría primordial, la liberen y sean ellos mismos.

Esta Perfección Original, Núcleo Primordial o Ser no es un plan predeterminado, fijo, sino un campo dinámico de potencialidades que podemos administrar a lo largo de la vida desde nuestros condicionamientos y libertades. Podríamos decir que desde el latido de nuestro corazón, la capacidad de absorber alimentos, hasta la creatividad más sofisticada, está sostenida en estas capacidades que nos vienen dadas por la evolución universal. ¿Cuál es entonces el sentido único del liderazgo? Liberar este potencial natural inherente a cada Ser humano. Un líder integral inspira para que las personas se contacten con su propia verdad y la desplieguen. Cuando muchas personas han conectado con su naturaleza y la liberan (familia, institución, empresa o país), ahí hay un líder que ha tocado su Ser y ha inspirado a otros para alcanzar logros extraordinarios.

3. La vida es el arte del encuentro.

Vivir es aprender a encontrarnos con nosotros. Cada encuentro que tenemos es un empezar a conocernos. Cada persona que nos encontramos tiene algo nuevo que mostrarnos sobre nosotros. Es imposible crecer y conocernos sin el encuentro con el otro.

De hecho, la herida básica a la que nos referíamos en el punto 1, sólo se puede sanar en el encuentro con uno mismo y con los demás y toda institución puede ser un espacio que propicie ese encuentro (o no). Son los líderes los que facilitan y habilitan la posibilidad de que ese encuentro ocurra.

El Modelo de Interacciones Primordiales ayuda a despertar un nuevo estilo de liderazgo y conducción sobre la propia vida, que se traslada naturalmente al ámbito personal, familiar, social, laboral y/o profesional.

El nuevo líder integral es un agente de cambio social, pues su lugar en las organizaciones le brinda una oportunidad privilegiada para hacer la diferencia, no sólo en las empresas sino en todos los ámbitos en los que participa.

Artículo basado en la Conferencia de Daniel Taroppio sobre Liderazgo e Inteligencia Emocional. 

Modelo de Interacciones Primordiales: Coaching Primordial y Psicoterapia Transpersonal.

Daniel Taroppio creador del modelo de interacciones primordiales, señala: “El Coaching y la Psicoterapia Primordial nos permiten acceder a las dimensiones más profundas de la naturaleza psicogenética para, desde allí, liberar potencialidades que a veces ni siquiera imaginamos poseer. Un proceso de desarrollo personal profundo pone a nuestra disposición potencias, energías y capacidades nuevas y poderosas que pueden resultar determinantes a la hora de encarar nuestros desafíos y proyectos”.

De esta forma, el objetivo de ambas disciplinas consiste en llegar a la raíz de las necesidades, de las problemáticas y de los padecimientos humanos. Para ello, incluyen metodologías de trabajo corporal, emotivo, lingüístico, cognitivo, energético y meditativo, denominadas: Danza Primal, Lingüística Primordial y Meditación Orgánica, que suponen una diferencia sustancial en cualquier proceso de transformación personal e interpersonal.

Sin embargo, la diferenciación del tipo de prácticas no significa de ninguna manera que exista un límite entre y/o en la aplicación de todas ellas. El concepto de integralidad, efectivamente, no depende de cuántas prácticas se aúnen para formar un modelo de trabajo o de cuántas dimensiones de las personas o de la realidad abarquen; por el contrario, se trata de cómo esas prácticas que conforman el modelo se integran entre sí, respondiendo a una mirada amplia, profunda, sistemática y coherente de la naturaleza humana.

Y aquí haré un pequeño paréntesis que entiendo necesario. Para una mayor comprensión del modelo, haremos una breve descripción de cada metodología, entendiendo, como habíamos dicho, que en la aplicación todas ellas están integradas entre sí.

La Danza Primal aporta un trabajo corporal que permite liberarnos de los bloqueos energéticos que dañan nuestra salud física y mental, recuperando la naturalidad de nuestro cuerpo.

La Lingüística Primordial es un método para transformar el lenguaje manipulativo en una comunicación altamente efectiva, transparente y saludable. En sus etapas avanzadas, incorpora lo que denominamos comunicación primordial propiamente dicha, que no pasa sólo por el lenguaje hablado o corporal sino que es esencialmente vibracional. La comunicación vibracional  depende de nuestro estado vibratorio interior. Es por lo tanto la forma más profunda y menos manipulable de comunicación a la que podemos acceder.

La Meditación Orgánica. Se trabaja con técnicas meditativas totalmente prácticas, sin dogma alguno y por lo tanto asimilables a cualquier sistema religioso. Brindan una experiencia vivencial de nuestra pertenencia a la totalidad del universo, permitiendo sanar desde su raíz la profunda sensación de alienación y vacío que tanto angustia al ser humano de hoy.

¿Cuántas veces en un proceso de transformación personal, el coach o el psicoterapeuta se quedan sin saber cómo integrar el lenguaje, el cuerpo, la emoción y la energía de una persona?

¿Cuántas veces se encuentran con personas que vibran todo el tiempo desde una emoción que poco o nada tiene que ver con sus lenguaje verbal o corporal? Sin conocimiento de esos dominios y de las prácticas que mencionábamos, ¿cómo sería posible para los profesionales identificar esos aspectos claves, para ayudarle a las personas a explorarlos, a integrarlos con los demás aspectos y fluir?

Por ejemplo, en aspectos de la vida personal, el Coaching Primordial y la Psicoterapia Transpersonal, ponen en el centro de su dedicación los temas fundamentales, existenciales, medulares, y a partir de allí generan procesos de transformación que decantan sobre todos los desafíos prácticos y concretos de la vida cotidiana. ¿Por qué? ¿Para qué? Básicamente porque van tras la búsqueda de sanación de las relaciones interpersonales. Nuestra vida privada es una vida en interacción, es un entramado de vínculos de todo tipo. Cuando nuestra vida de relación está en armonía, cuando nuestros vínculos son satisfactorios, nuestra vida personal crece en todas sus dimensiones.

De igual forma, operan en aspectos como la salud. En este sentido, numerosas investigaciones han demostrado la íntima relación entre nuestro lenguaje interno e interpersonal y nuestra salud física, mental y vincular. Las palabras, y por ende las creencias, juicios y modelos mentales con los cuales nos hablamos a nosotros mismos y a los demás, afectan directamente la química y la estructura de nuestras células, que responden a estos estímulos con salud o enfermedad. Del mismo modo, nuestra corporalidad, nuestro estado emocional determinan nuestro lenguaje, juicios y creencias, todo lo cual se revierte en nuestros vínculos, profesiones y organizaciones.

El Coaching Primordial y la Psicoterapia Transpersonal trabajan directamente sobre la relación entre nuestros diálogos internos e interpersonales y nuestra química interna, influyendo sobre la forma en la que la palabra determina los estados corporales y emocionales y los vínculos que determinan nuestra salud físico-emocional y la de nuestras relaciones interpersonales.

Por todo lo dicho, la formación en Coaching Primordial y la formación en Psicoterapia Transpersonal aporta el entrenamiento y las herramientas necesarias para que los profesionales conozcan su propia corporalidad, su energía y su emocionalidad y, desde allí, sean capaces de desarrollar una sensibilidad afinada para facilitar en las personas esos mismos procesos.

Psicología Transpersonal: la búsqueda de la vida de pleno sentido.

Como seres vitales necesitamos contactarnos con nuestra información primaria, que lamentablemente se empieza a bloquear cuando no recibimos la educación adecuada para crecer en libertad. Necesitamos recuperar nuestra memoria primal, el contacto con la fuente, el origen de la vida, y desde allí nutrirnos, crecer y sanarnos.

En ese sentido, Daniel Taroppio, nuestro pensador evolucionista, dice: “Los seres humanos tenemos una responsabilidad ineludible en la evolución de la conciencia. La alienación básica de nuestra conciencia, el sentirnos separados de todo y de todos, es la raíz de nuestros males. Ésta es la enfermedad esencial, y sólo la meditación, ayudada por la psicoterapia, puede sanarla”.

No obstante, cuando hablamos de conceptos como meditación y/o espiritualidad, no podemos ignorar que a muchos les continúa haciendo cierto “ruido”. Y son comunes estas posturas si somos capaces de comprender que, culturalmente y a lo largo de miles de años, hemos identificado la espiritualidad con fenómenos paranormales, con el más allá y/o con el desarrollo de poderes sobrenaturales. No obstante, poco a poco, estamos comprendiendo que la única espiritualidad que puede transformarnos es la que vivimos en el día a día, en las cosas simples de la vida; la espiritualidad en los vínculos, en el trabajo, en el cuidado de la salud, en el servicio, en las alegrías y diversiones cotidianas.

Y para ello, lo primero es entendernos como una unidad de cuerpo, mente, alma y espíritu. El cuerpo necesita comida, gimnasia, medicina física. La mente necesita conocer sus impulsos, sus instintos, la dimensión emotivo-afectiva y la posibilidad de relacionarse con el prójimo; y esto no se obtiene con la dieta por un lado y con el trabajo espiritual por otro. Necesitamos una visión integral que nos permita poner los pies sobre la tierra, bajar al mundo. A propósito de esto, cito la maravillosa reflexión de Daniel al respecto:

“El gran desafío de la Psicología Transpersonal Integral, como lo afirma Ken Wilber, es ‘integrar a Freud con Buda’, o con Cristo, o con quien la fe indique”.

¿Qué significa esto? Entre otras cosas, que no necesitamos -como la mayoría supone-, irnos al medio de una montaña a meditar. Osho decía sobre la meditación:Cualquier cosa que hagas con presencia es meditación”. Por ello, trabajar puede ser algo mecánico y aburrido para ganar dinero o puede ser un acto de servicio y autorealización; comer puede ser simplemente ingerir alimentos o un acto sacralizado de nutrición del vehículo de nuestra conciencia. Todo tiene que ver con todo. Somos lo que pensamos, lo que hacemos, lo que decimos e incluso, lo que comemos. Vibramos con el universo en función de todo ello y no en relación a una sola de esas dimensiones.

En tal sentido, el trabajo vivencial de la Psicología Transpersonal nos lleva a estados de conciencia en los que nos entendemos uno con la totalidad de la vida, siempre pone el acento en la necesidad del trabajo para integrar nuestra búsqueda trascendente con nuestras necesidades cotidianas. Acceder a esta experiencia significa sanar nuestra división esencial y expresarla en cada gesto y en cada actitud de nuestra vida.

La Escuela de Psicología Transpersonal Integral reconoce que las tradiciones espirituales son las que nos han brindado las mejores herramientas para el estudio de los niveles superiores de la conciencia; mientras que la psicoterapia nos ha brindado las mejores herramientas para investigar los planos inferiores. Sin embargo, y aunque me repita, necesitamos de ambas; en eso se basa el concepto de unidad y de integralidad.

La clave para que la conciencia siga evolucionando está en la integración de la práctica corporal-psico-socio-espiritual.

Necesitamos desarrollar una cultura en la cual el ejercicio físico, la dieta, el trabajo energético, la terapia, el servicio y la práctica espiritual se integren; caso contrario, continuaremos disociados.

¿Y qué sucede en las culturas disociativas? Entre otras cosas, producen personas disociadas que viven en guerra consigo mismas y no hacen más que llevar su guerra interior afuera, sembrando toda esa hostilidad en el mundo y en sus vínculos más íntimos. En tal sentido, el Modelo de Interacciones Primordiales, cuyos métodos de aplicación son el coaching primordial y la psicoterapia primordial, es un modelo de desarrollo humano integral que procura devolver al ser humano su sentido de unidad y de pertenencia al universo.

Y para abordar cada persona con su problemática específica, bajo el concepto de unidad e integralidad y abarcando todos los ámbitos de la experiencia humana, este Modelo combina tres tipos de prácticas: la Danza Primal®: para la dimensión corporal-emocional-energética; la Comunicación Primordial: para la dimensión lingüístico-cognitiva y la Meditación Orgánica como práctica contemplativa.

Cuando cada uno de nosotros desarrolla esa visión integral, está preparado para incorporarlo en su día a día sin necesidad de un lugar especial, ni horarios programados, simplemente sacralizando la vida instante por instante.

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