Las personas que acuden a una Lectura de Registros Akáshicos lo hacen por diversos motivos. Es decir, mientras algunas lo hacen porque sienten algún tipo de bloqueo, atadura, algo que les resuena y a lo que no le encuentran una explicación lógica; otras, simplemente, buscan reafirmar una sensación de plenitud, respaldar una pasión o reafirmar el camino decidido.
Los Registros Akáshicos son los archivos que contienen la historia de toda la existencia, guardan la memoria de todo el universo. De esta manera, todas las personas tenemos nuestro propio libro de la vida en el que está plasmada toda nuestra historia, tanto lo que sucedió en otras vidas, como lo que sucede en nuestra vida actual y las posibilidades futuras. No obstante, ese futuro solo será producto de las decisiones que tomemos. Volveremos sobre esto más adelante.
La información que nos proporcionan los Registros nos ayuda a entendernos un poco mejor, nos permite evolucionar y tomar conciencia de por qué nos ocurren ciertas cosas y por qué se repiten algunos patrones en nuestras vidas. Nos facilita la comprensión, la aceptación y la sanación.
¿Qué NO es una lectura?
No es una adivinación, ni una premonición, ni un pronóstico. Como hemos mencionado previamente, la información que recibimos está destinada para ayudarnos a tomar consciencia, avanzar y evolucionar, y nunca a decirnos cómo, cuándo, dónde o qué debemos hacer.
¿Qué necesitamos?
- Nombre completo y fecha de nacimiento.
- Elaborar unas 5/8 preguntas. Aunque esto tampoco es tan estático y, de acuerdo a cómo transcurra una lectura específica, la persona puede “salirse del guión” preparado y repreguntar sobre el tema que le preocupa más en ese momento.
¿Cuánto tiempo lleva una lectura y cada cuánto tiempo podría repetirla?
- Una lectura dura aproximadamente una hora y puede hacerse cada dos meses (mínimo).
¿Qué y cómo preguntar?
Se puede preguntar por temas relacionados con: talentos, carrera, profesión, negocios, proyectos, salud, relaciones, familia, patrones repetitivos, miedos, bloqueos, aprendizajes, etc. Recordemos que el Lector de los Registros repetirá la pregunta tal y como le fue formulada. Por ejemplo:
- ¿Qué puedo hacer para salir de una situación x que siento que me está agobiando?
- ¿Qué me impide tener una relación estable?
- ¿Cómo puedo solucionar la relación con mi hijo?
- ¿Cuál es la mejor manera de afrontar mi nueva responsabilidad?
- ¿Qué cualidades tengo y cómo puedo desarrollarlas?
- ¿Cuál es mi misión en la vida?
¿Qué NO se puede preguntar?
Justamente porque no es una adivinación -como decíamos antes-, no podremos preguntar cuestiones cuya respuesta sea arbitraria o especulativa. Por ejemplo:
- ¿Ganaré la lotería?
- ¿Cuándo conseguiré pareja?
- ¿Tengo que aceptar el nuevo empleo?
La premisa del libre albedrío.
No olvidemos nunca que somos nosotros los arquitectos de lo que nos pasa. De esta forma, más allá de la orientación que podamos recibir, la intención siempre es que nosotros tomemos las decisiones y las riendas de nuestra vida. Es decir, la decisión de lo que hacemos (o no) con la información que recibimos es decisión nuestra, pues como principio fundamental siempre se respeta nuestra libertad personal.
¿Qué lapsos temporales contemplan las respuestas?
Teniendo en cuenta el tenor de las preguntas y el libre albedrío a lo que nos referimos previamente, seré breve. Las respuestas no tienen un tiempo cierto de ocurrencia; entre otras cosas, porque la propia ocurrencia de algo sólo dependerá de las decisiones que tomemos al respecto. Dicho de otra forma, podremos recibir una orientación respecto a, por ejemplo, cuál es nuestra misión de vida, aunque será pura y exclusivamente nuestra decisión seguir ese cómo y cuándo capitalizamos esa información.
Curiosamente, las respuestas a esta pregunta en particular relacionada con la misión de vida son muy movilizadoras para las personas. Algunas, las menos, porque reciben casi una revelación; otras, porque tenían una fuerte intuición sobre ello y acaban recibiendo una especie de confirmación que les da serenidad convicción y paz interior.