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Eneagrama: una herramienta poderosa para el liderazgo.

La mayoría de los líderes de gestión y los mandos intermedios en cualquier organización o empresa tienen un rol 360º. Es decir, son parte de complejos procesos técnicos y también responsables de la gestión de personas; son ellos los que asisten a reuniones de todo tipo: con superiores, pares, equipos, clientes, proveedores, etc. Agotador y desgastante, cierto. Sin embargo, hay una herramienta que puede facilitarles muchísimo no sólo la autogestión personal y profesional, sino también la gestión de los demás.

A propósito de esto, hablábamos un artículo anterior del Eneagrama de la personalidad. Describíamos también los 9 Eneatipos: perfeccionista, altruista, triunfador, individualista, observador, leal, entusiasta, justiciero y pacificador, y la presentábamos como una potente herramienta de autoconocimiento. No obstante, aunque esa es su finalidad primera, no es la única.

El Eneagrama es una herramienta versátil, certera y útil para un sinfín de profesiones y ámbitos.

En el caso de los líderes, por ejemplo, les permite hacer virtuoso su círculo de actuación. Como hemos dicho, por un lado les facilita conocerse a sí mismos: sus mecanismos internos, sus patrones de pensamiento y sus creencias básicas, sus fortalezas, talentos, ventajas, limitaciones y dificultades. Por otro, con igual certeza, les permite reconocer las distintas personalidades de la gente que les rodea; si son emocionales, racionales o más intuitivos; qué los mueve, y cuáles son sus virtudes, fortalezas y debilidades.

Intentaré ponerlo más simple. Cada líder responde a uno de los 9 Eneatipos al igual que cada uno de sus pares, superiores, socios, clientes, y los miembros de su equipo. Ahora bien, el hecho de reconocer a qué tipo de personalidad responde cada uno les da acceso a información muy valiosa. Entre otras cosas, qué pasión los rige y qué patrones utiliza para relacionarse consigo mismo y con los demás. Esto significa que el líder, además de saber de sus propias luces y sombras, puede conocer las luces y las sombras de las personas con las que interactúa cada día; entonces, podadecuar su comunicación, lograr un mejor entendimiento, evitar confrontaciones y generar relaciones más sólidas y sostenibles.

Veamos un ejemplo. Tenemos una reunión con el director, Eneatipo 1 –el perfeccionista- para presentarle un nuevo proyecto. Es decir, que cuando está en su esencia -en su luz- es relajado, flexible, generoso, y nos exigirá de perfección, argumentos sólidos y concreción. Pero claro, esto no siempre es así. En su patrón egoico -en su sombra- se vuelve impaciente, malhumorado, controlador, poco empático y de pensamiento dual: “blanco o negro”. Ignorar esta información podría situarnos en una situación desconcertante. Por ejemplo, puede que intentemos dar largas explicaciones o que esperemos que nuestra cortesía sea devuelta. Al conocer la herramienta, sabremos qué hacer (y que no).

Por todo esto, cuando el líder la incorpora en su quehacer profesional, su autogestión emocional, las relaciones con los demás y el clima laboral en general mejoran.

Veamos un par de ejemplos más, que entiendo que son una posibilidad para ampliar la perspectiva desde lo pequeño.

¿Cómo motivar a un empleado del tipo 7 -el entusiasta, el divertido? Veamos. Cuando está en su esencia, es una persona encantadora positiva, alegre, curiosa y gran comunicadora. Incluso será capaz de hacer reír y cambiar el humor de los que están alrededor. Para motivarse necesita “chispa”, novedad, desafío, futuro y emoción. Cuando entra en la rutina, este Eneatipo cae en su sombra o en su patrón egoico; entonces se vuelve disperso, impulsivo, hiperactivo e inmaduro; una especie de niño travieso encerrado en el cuerpo de un adulto.

Ahora bien, ¿y si el empleado fuera un Eneatipo 5 -el investigador, el observador? Su miedo mas básico es sentirse incapaz, por lo que se especializan mucho en un cosas específicas. No importa lo que le digamos sobre algo. Son ellos los que buscarán examinar y descubrir por sí mismos. No obstante, tanta seguridad es una máscara de lo que realmente sienten: inseguridad. Son introspectivos y están cómodos en su micro-mundo. Lo curioso es que la tendencia natural de un líder sería intentar integrarlo más al equipo y esto es un error. Si lo que deseamos es motivarlo, entonces debemos potenciar lo bueno que tiene. Lo ideal sería respetar su espacio y darle tareas rutinarias o de investigación y acorde, en la medida de las posibilidades, a sus conocimientos concretos.

Los ejemplos son pequeños cuando las revelaciones del Eneagrama son tantas. Por supuesto que no es algo tan simple de aprender, pero una vez el primer contacto no deja de invitarnos a descubrir más, más y más. De hecho, es probable que nos encontremos intentando deducir a qué Eneatipo pertenecen los personajes de una película o, en nuestro ámbito más íntimo, intentemos identificar a qué tipo de personalidad pertenecen los miembros de la familia. Esos son los momentos en los que la información del Eneagrama empieza a fluir de forma natural. En otras palabras, empezamos a observar/nos y entender/nos en vez de mirar/nos y juzgar/nos.

Neuroventa aplicada: secretos para un cierre de ventas exitoso.

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Neuroventa aplicada.

¿Hay secretos para un cierre de ventas exitoso?

Podríamos hablar de los 3, 4 ó 5 secretos para lograr un cierre de ventas exitoso. Podríamos incluso jugar a deducir ese “secreto” citando algunas de las reflexiones de los más reconocidos vendedores de la historia. Sin embargo, empezaremos diciendo que no existe tal revelación. Un cierre de ventas exitoso es producto de un buen proceso de negociación previo; nunca se refiere a una estrategia única y magistral de último momento.

Veamos. Gracias a la neurociencia, hoy sabemos que el que interviene en todos los procesos decisorios es el cerebro y, en tal sentido, resultan fundamentales los mecanismos que permitan conocer el cerebro del consumidor para saber qué piensa, qué quiere y, sobre todo, qué le emociona. Efectivamente, el hecho de conocer la forma en la que toma sus decisiones de compra es el actual paradigma sobre el que se diseñan nuevas técnicas de ventabasadas en el revelador concepto de la neuroventa. Repasemos algunas cuestiones fundamentales.

Aproximadamente el 95 % de las decisiones que tomamos cada día son inconscientes.

Por ejemplo, Coca-Cola no vende una bebida azucarada; vende momentos únicos de felicidad. Steve Jobs no vendía ordenadores; vendía status y practicidad a partir de contar todo lo que podíamos hacer con ellos. Esto significa que compramos sensaciones, experiencias placenteras, bienestar, confort, simplicidad, etc. Por ello, a la hora de vender algo tan específico como podría ser una silla, en vez de apelar a cuestiones técnicas, deberíamos pensar en qué sensación podemos transmitir; por ejemplo, un alivio para el dolor cervical.

La mayoría de las cosas las compramos por instinto y cada una de esas decisiones busca el placer y huye del dolor.

Básicamente, el cerebro reptiliano no tiene compasión ni empatía. Sólo entiende de conceptos antagónicos que hablan de recompensa o dolor; premio o angustia y ese es el motor que mejor nos mueve. Sin embargo, la promesa del dolor es tres veces más efectiva que la del premio. En otras palabras, nos movemos mucho mejor por miedo al dolor que por gusto por el placer.

El cerebro de los hombres y el cerebro de las mujeres son diferentes, están movidos por distintas cosas y existen estrategias basadas en mecanismos para venderle a uno o a otro.

Y esto también es así, aunque la cultura y la evolución “hayan matizado” esos instintos. Existen diferencias entre el cerebro reptil femenino y masculino y los instintos entre unos y otros. Mientras las mujeres tienen un instinto higiénico, reproductor y protector; los hombres tienen un instinto proveedor y reproductor.

Todos estos ítems que hemos repasado son algunas de las revelaciones que nos ha facilitado la neurociencia y parecieran una invitación a evolucionar de “vendedor” a “asesor” y de “vender” a “vender sin vender”. Efectivamente, un asesor no nos vende un producto o servicio de forma pura y dura, sino que nos ayuda a resolver un problema, a sentirnos mejor y a experimentar las bondades que conseguiremos con esa adquisición; incluso aunque tengamos que pagar un coste por ello.

Ahora bien, ¿cómo logramos transmitir esas sensaciones?

Entre otras cosas, sabiendo que el cerebro humano cuenta con el Neocórtex que es el que se encarga de racionalizar ese altísimo porcentaje de decisiones que tomamos inconscientemente; es el que explica -por ejemplo- por qué compramos una pasta de dientes en vez de otra (por el aliento fresco, porque blanquea, porque previene la caries, etc.). Es decir, este cerebro racionaliza una emoción y puede sentir algo, con sólo imaginarlo. Esta información, entre otras, supone una herramienta invaluable para un asesor siempre que aprenda cómo utilizarla.

De alguna manera, todo lo que hemos venido mencionando es información científicamente comprobada que nos permite llegar al cliente de una forma más efectiva, pero siempre desde la integridad, transparencia y autenticidad. Sólo de esta forma es posible generar relaciones comerciales a largo plazo basadas en el compromiso, la confianza y la empatía. 

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Points of You®: la metodología que revoluciona la empresa y el coaching.

Empecemos el artículo de forma diferente. Los invito a ver este comercial de Apple que dura poco más de un minuto.

¿Sorprendidos por el final? Seguramente sí, pero tan importante como el resultado es el proceso para llegar a él. Este vídeo nos muestra lo que significa la expresión «think out of the box» que, en castellano, significa “pensar fuera de la caja”. No obstante, la mayoría de nosotros -y me incluyo en esa mayoría- estaría fielmente reflejado con el pensamiento y la actitud resolutiva del chico a la derecha de la pantalla. Y podríamos hacer una especie de reclamo masivo acusando al que resuelve de forma aparentemente tramposa, pero ¿acaso había una consigna condicionando la resolución? Claro que no.

Digamos la verdad. Lo que más nos molesta de esa perspectiva diferente es que no se nos haya ocurrido a nosotros. Sucede que cada uno procede dentro de los límites de sus modelos mentales tradicionales, y aunque esto nos simplifica la vida y nos permite ahorrar energía, nos limita a accionar y pensar siempre “dentro de la caja” (y, además, de la misma caja). Lo cierto es que esta forma de pensar supone una antítesis a la innovación que requiere el mercado y el mundo de hoy.

De esta manera, tenemos que entender que para innovar necesitamos pensar de forma no convencional.

Efectivamente, necesitamos pensar creativa y novedosamente para poder ampliar la perspectiva sobre una cantidad innumerable de situaciones de la vida. ¿Qué significa esto? Entre otras cosas, romper con nuestros propios paradigmas, porque comenzamos a cambiar realmente cuando estamos dispuestos a ver las cosas desde otros puntos de vista.

Por ejemplo, imaginemos a alguien en un proceso de coaching con un objetivo “x” que se propone intentarlo una última vez, luego de haberse quedado varias veces antes a mitad de camino (en la misma mitad). En esa misma línea, imaginemos a un equipo comercial haciendo un brainstorming para relanzar un viejo producto. Y por mencionar un ámbito distinto, imaginemos a un equipo de fútbol planeando una estrategia para enfrentarse con un rival históricamente invencible. ¿Verdad que sería interesante poder hacer cosas disruptivas, diferentes, nuevas y, sobre todo, eficaces? Pensemos nuevamente en el vídeo…

Lo positivo es que todas las cuestiones y todos los ámbitos suponen un terreno fértil para la innovación y así lo entienden los creadores de la metodología Points of You®Metodología basada en múltiples investigaciones en el terreno de la psicología, del coaching y de la estrategia en las organizaciones que nos permite desarrollar diversos puntos de vista, potenciar la creatividad y aumentar la productividad.

Por ello, más allá de la universalización de escenarios para su aplicación, parece clave para los profesionales que intervienen en procesos de desarrollo, transformación y crecimiento personal: coaches, psicólogos, consultores, terapeutas, educadores, líderes de gestión o profesionales de RRHH. Ciertamente, todos ellos ocupan una posición de privilegio desde la que pueden facilitar este pensamiento “out of the box” -fuera de la caja- de personas, equipos y empresas. Por todo esto, la Certificación Oficial Points of You® está dirigida fundamentalmente a los profesionales interesados en abrir la mente, inspirar emociones y despertar conciencias.

Ahora bien, ¿cómo trabaja la metodología Points of You® para que esta forma de pensar emerja naturalmente?

Como hemos mencionado párrafos antes, la metodología está sustentada en múltiples investigaciones y en diversos terrenos. De esta forma, trabaja integrando el hemisferio derecho (intuición y emoción) con el hemisferio izquierdo (análisis y razón). Esta combinación estratégica en el que la lógica y la emoción confluyen provoca una “confusión deliberada” que, a través de un trabajo adecuado, nos libera del “cómo debe ser” y nos permite que otros puntos de vista alcancen nuestra conciencia.

Claro que esa “confusión deliberada” no ocurre a partir de un proceso tedioso, sino todo lo contrario. La metodología Points of You® capacita a los profesionales acercándoles las herramientas The Coaching Game, Punctum y Faces, con un espíritu meramente experiencial y lúdico, para que sean ellos mismos los primeros en inspirarse e involucrarse. Además, la formación Train The Trainer contempla la capacitación para que cada facilitador aprenda a aplicar estas herramientas dentro de su práctica profesional. Panxo Barrera, CEO de Entropía y fundador de Points of You® Spain, lo resume diciendo que la metodología es Prêt-à-porter que, en castellano, significa listo para llevar.

Ya hemos dicho que las herramientas, todas ellas, son aplicables a todos los ámbitos y cuestiones; sin embargo, veamos brevísimamente de qué trata cada una de ellas.

  • The Coaching Game, por ejemplo, mejora los procesos de pensamiento y comunicación, porque nos invita a liberarnos de las modalidades fijas y habituales de pensamiento, abriendo nuevas posibilidades de cambio, de expansión y de crecimiento que incluyen reflexiones inesperadas y soluciones creativas.
  • Punctum es un juego para expandir puntos de vista. Con un enfoque práctico y lúdico se convierte en un encuentro significativo e inspirador, con nosotros mismos y con los demás. Es una herramienta ideal para educación y sesiones de trabajo en equipo en el ámbito profesional.
  • Faces trata sobre las personas y la forma en que nos reflejamos unas en otras y, por ello, nos ayuda a conocer a nuestra gente desde nuevas perspectivas. Plantea preguntas sobre nuestras relaciones y la forma en que tomamos parte en ellas.

Aplicar la metodología Points of You® en la empresa permite examinar dilemas en el lugar de trabajo desde un nuevo punto de vista; facilitar discusiones productivas; crear entornos de confianza, y construir puentes entre las diferentes opiniones. Por todo ello se adapta tanto en actividades de team building, como en procesos de desarrollo de habilidades de liderazgo, comunicación y creatividad y capacitación.

En el mundo profesional permite trabajar uno-a-uno o con grupos; adaptarla a cualquier tipo de público y complementarla con cualquier método de trabajo; aplicar el pensamiento creativo y estratégico en todas las cuestiones importantes; explorar nuevos territorios para el cambio y el crecimiento mediante el uso de estímulos visuales, y intervenir como facilitador externo en equipos de trabajo de empresas.

Aprende a romper con tus propios paradigmas y a facilitar ese mismo proceso en los demás.

Coaching para Músicos: que la música se exprese a través de ti.

Coaching para Músicos.

Que la música se exprese a través de ti.

“Con un gran músico nunca tengo la sensación de que aquí está la música y allá su vida. Creo que hay un nexo entre su alma, su espíritu, su vida cotidiana y la música. Son inseparables. Ahí está el misterio” María Joao Pires.

No es casualidad que estas palabras sean citadas por María de Marcos, nuestra especialista en Coaching Ontológico y Técnica Alexander, y que hayan funcionado como premisa para crear el programa de Coaching para Músicos. A propósito de ello, días atrás, hemos tenido la posibilidad de compartir con ella un ida y vuelta que resume exquisitamente la concepción de su trabajo. Compartimos aquí lo más relevante de esa entrevista.

Cuéntanos un poco, María, ¿cómo es que nuestra vida cotidiana está en la música? ¿Somos conscientes de cómo nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestro cuerpo entero son parte de lo que hacemos?

Desde pequeñitos, la formación musical saca la atención de la persona que hace música para ponerla en la técnica, en el instrumento y en la música en sí. Yo diría que en ese orden. El aprendizaje de la técnica, en el caso de la música, es muy costoso y sin técnica los resultados quedan por debajo de nuestras expectativas y nos decepcionan. Así que la técnica que es “un medio para” se vuelve un fin en sí misma y con esa misma disciplina se aborda la parte musical. Son años de aprendizaje en esa dirección. Imprescindible, quizás. Pero es una lástima que la experiencia final esté marcada por esa manera de mirar.

Aún técnicamente virtuosa, una interpretación puede ser mecánica y fría. En el sonido puedes darte cuenta de que está desconectada de algo. Y creo que ese algo es la persona en sí y la experiencia que vive mientras toca. Es impresionante como cambia el sonido cuando la persona interpreta y crea conectada con su cuerpo y a través de él. Los músicos se asombran a menudo de cómo ese zoom hacia fuera que les “aleja” de la partitura, de la obra, del instrumento, de la técnica, les hace justamente estar mucho más “cerca” de lo que andan buscando: comunicar, sentir, expresar, fluir.

Así que, en respuesta a tu pregunta, no, no somos conscientes o quizás lo somos en una pequeña parte. Somos conscientes de las partes de nuestro cuerpo que intervienen clara y directamente -la mano, la boca, el hombro, la respiración, dependiendo de tu instrumento-, pero las aislamos del resto del cuerpo y perdemos la unidad y el funcionamiento global. Esto crea unas tensiones enormes, altera el funcionamiento y exige un sobreesfuerzo importante. El resultado se acusa en el sonido, obviamente; pero también en el cuerpo: en las lesiones, la fatiga, y la sobrecarga muscular.

Con las emociones nos pasa lo mismo. Encima de un escenario, cuesta dejarse llevar. Porque dejarse llevar implica soltarse, abrir la mano y aceptar que esa gran fantasía de tenerlo todo controlado, es eso, una fantasía. Y algo similar ocurre con nuestra manera de mirar las cosas. Los músicos cargan con una batería de conceptos acerca de la perfección, la exigencia, el control, la culpabilidad, la responsabilidad, lo que es normal y lo que no, que en algún momento es bueno revisar.

– Esto de dejarse llevar y de fluir, ¿tiene relación con esta necesidad de “conocer el cuerpo, educar al cerebro y gestionar las emociones”, sobre la que tú pones el acento en este programa? Más aún, ¿esto significa que habitualmente “luchamos” contra ellos en vez de hacer que sean nuestros aliados?

Mira, en tu manera misma de preguntar está la clave del problema. El cuerpo, el cerebro, las emociones no son nuestros aliados: somos cuerpo, cerebro y emoción. No es algo ajeno a mí, que yo manejo. Soy yo. Es difícil hablar de ello porque al nombrarlo ya dividimos y alejamos. Pero para mí esto ha sido algo importante porque me ha sacado de la pelea y me ha metido en la dulzura. En la aceptación y en el respeto de mí misma como punto de partida. Eso intento con mis alumnos: que esa vivencia de extrañeza, de ser “ajenos a” se transforme en un “yo soy”. Cuando por fin llegan ahí, se produce una re-organización interna muy grande. La sensación de ser una única cosa toda ella conectada y de mantener esa conexión en acción. ¿Te imaginas lo fuerte que es eso mientras tocas? Supongo que sí. Yo tengo esa misma experiencia muchas veces cuando doy clase. Todo “es” y te puedes dejar en paz mientras eres y haces. Maravilloso.

Entonces, cuando por fin llegamos a experimentarnos como un todo conectado a lo que hacemos, ¿cómo cambia nuestra música?

Esta frase de Oprah Winfrey “Being fuels doing” lo recoge muy bien. Lo que haces es impulsado por lo que eres. Y, a su vez, lo que haces construye lo que eres. No es fácil separarlas. Esta es una distinción que trabajamos cada año en el Control de la Ansiedad Escénica. Lo hacemos por dos motivos. Uno, porque damos tanta importancia a los contenidos y las herramientas que parece que van a dar el mismo resultado si lo haces tú que si lo hago yo, y, claramente, eso no es así. ¿Dónde está la diferencia? En que tú y yo y cada uno es único. Y me parece valiosísimo darnos cuenta de lo valiosos que somos cada uno y de cómo eso hace únicas nuestras obras.

El segundo motivo es que cuando sólo valoras el resultado de lo que haces tu amor hacia ti mismo es como una montaña rusa: si el resultado te gusta -o les gusta a otros, más bien-, te creces; si no, te vienes abajo. Es bueno darse cuenta de que entre lo que soy y lo que hago hay una distancia. Esto para los músicos es fundamental. No confundir una opinión acerca de su interpretación con una opinión acerca de su persona.  Personalmente esto me ha dado muchos, muchos problemas y ha limitado mi auto-expresión durante años.

– Y hablando de auto-expresión, ¿podríamos decir que un músico es creación e inspiración viva y constante? ¿Qué sucede cuando esa auto-expresión creativa se ve bloqueada?

¿Tú estás en un estado de creatividad viva y constante? Yo, desde luego, no. Y nosotras también tenemos una vida creativa; no creamos música pero tú creas con tu escritura, yo con mis clases y a veces creamos en otros ámbitos: la cama, la cocina, el barrio. Me gusta pensar más en términos de actitud creativa que de actividades creativas. Eso lo digo también para descargar las espaldas de los músicos. Ellos mismos se imponen unos ritmos de trabajo bestiales. Son las horas de estudio, de ensayo, de concierto y de viajes. Cuando al final de un curso agotador les pregunto si van a descansar, me responden con resolución: “¡Claro! Una semana.” Y después se lanzan a contarme un programa agotador. Esto varía con la edad y con la fase de la vida, lógicamente. Pero creo que, en general, los músicos descuidan cuidar su alma. El alma se nutre en el silencio, en la quietud, en el “hacer nada”, en el contacto con la naturaleza, en el ritmo de los días, en el cuidado de la vida cotidiana. Y es sorprendente como para alguien que crea con el sonido y el silencio, con el ritmo, su vida puede estar tan vacía de silencio y de pausa. Mi trabajo consiste, en parte, en ayudarles con este silencio y esta pausa, que a veces da mucho miedo.

Al final de curso una alumna me dijo: “Me has hecho preguntarme cosas que antes no quería ver porque me daban miedo. Desde que me las pregunto vivo más tranquila”. Esas preguntas surgen en el silencio y en el ritmo.

Hemos hablado de una transformación del músico que mejora sustancialmente su quehacer profesional, pero que también -y sobre todo- supone un impacto profundo en todos los ámbitos de su vida y en sus relaciones. En este sentido, ¿hay algún feedback de tus alumnos que te haya gratificado, sorprendido y/o motivado para seguir haciendo lo que haces y mejorarlo cada día?

¡Uy! Muchísimos. Yo trabajo con músicos de diferentes edades y etapas profesionales. Todo lo que yo vivo personalmente y lo que aprendo en el ámbito de la empresa y del trabajo con otros profesionales, me lo llevo a mis clases.; y al revés. Ese puente entre mundos es importante: normaliza, inspira y da herramientas para el desarrollo profesional. A los músicos jóvenes, todavía en su etapa formativa, les preocupa el acceso al mundo laboral y ser capaces de vivir de lo que les gusta. Poca gente habla de lo importante que son las cualidades personales en esto. Yo me encargo de ello. Les provoco, me provocan, debatimos mucho, miramos mucho la experiencia, aprenden a tener un criterio propio, independientemente de sus profesores –también de mí, lógicamente-. En otras etapas lo que se resiente es el cuerpo, el cansancio, la falta de tiempo para uno mismo o para la familia. O las dificultades propias de la profesión para las que nadie te preparó: gestionar, comunicar, organizar, tratar con gente muy diversa. Y en una última etapa, los giros imprevistos de la vida: los divorcios, la familia, los traslados, etc.

Lo que últimamente me ha inspirado muchísimo son las clases de dirección de orquesta. Por la similitud con mi propio trabajo. He sentido una emoción grandísima creando y enseñando a crear y a mover la energía en el propio cuerpo y en el cuerpo de la orquesta y del público.

Lo que me emociona y me motiva son los “momentos-¡ajáh!”, cuando a alguien se le ilumina la cara y su cuerpo se abre y su sonido también y se ríen y te dicen: “¡Genial! llevaba años detrás de esto y ¡ya está! ¡Qué fácil ha sido!” Y se van contentos. Y luego me escriben para decirme que su profesor de instrumento lo ha notado, que les ha ido mejor en el concurso, que les ha dejado de doler el cuerpo en el foso y/o que han vuelto a cogerle el gusto.

– Estos “momentos- ¡ajáh!”- como bien describes- deben ser un motor para ti para seguir haciendo cada vez más y mejor. En este sentido y para terminar, te pregunto, ¿de qué manera todo esto sella tu intervención en este programa de coaching para músicos?

Lo que yo intento en todo mi trabajo es buscar esa conexión que permite a una persona estar receptiva y hacer de canal amplificador para la música -o para lo que sea que cree-. Para eso hace falta escuchar, estar atento, tener coraje, ganas de jugar, dejar ir, dejarte sorprender, humildad. Un ojo para la magia de la vida. El Coaching Ontológico y la Técnica Alexander van a la par: en sus principios están la escucha, la confianza, la apertura, la autonomía y el crecimiento. Se llevan bien y yo me llevo bien con ellas. Y además comparto con generosidad mi propia vida. Soy algo así como un desatascador y un puente. Pongo en contacto ideas, personas, proyectos. Cuestiono. Me encanta aprender y eso me da vida. En general me gustan las personas singulares, que quieren dejar un mundo algo mejor del que encontraron.

Constelaciones Familiares: sanar heridas emocionales del pasado.

La frase: «Quien no conoce la historia, está condenado a repetirla” suele referirse a pueblos, naciones y civilizaciones en situaciones difíciles y similares a otras ya sucedidas en su propio pasado. Esta rotunda afirmación surge de estudios de investigación de historiadores. ¿Qué hace que una sociedad reincida en lo doloroso? ¿Es su dura cerviz? ¿Es su inconsciente colectivo, según Jung? En otro nivel, ocurre lo mismo en las personas y familias ¿Se puede superar esta contumaz reincidencia en comportamientos inadecuados que nos hacen sufrir?

¿Cómo se produce una herida emocional?

En el vivir experimentamos continuamente hechos. Si tenemos los recursos suficientes, los procesamos, aprendemos y crecemos gracias a ellos. Pero cuando un hecho nos resulta dramático, doloroso, nos impacta por sorpresa, no tiene solución en el momento en el que se produce, se vive en soledad y no se puede expresar, toda su potente energía nos invade a nivel físico y psicológico. Esta energía, asociada a un hecho con las características específicas anteriores, afecta nuestros procesos biológicos y nuestras estructuras mentales y emocionales, como lo hace un ejército que invade un país o un ataque cibernético que penetra por los resquicios de un sistema de información.

Ejemplos de hechos a nivel personal que pueden haber dejado en nosotros una huella indeleble son: un abandono, un abuso sexual, una agresión, una separación, un accidente de tráfico, una ruina económica, un anuncio desafortunado de una enfermedad grave, una muerte inesperada de un ser querido, o vivir una guerra.

¿Qué entendemos por pasado?

Es el conjunto de estos hechos que hemos vivido y que sabemos y sentimos que están impresos en nosotros al retroceder desde ahora. Así, visitamos nuestra vejez, adultez, juventud, adolescencia, infancia, período de creación de nuestros vínculos afectivos, nuestro nacimiento, un embarazo, una fecundación, etc., hasta nuestros padres, abuelos, bisabuelos..¡Sí, hasta más allá! ¿Es necesario? ¿Y es posible?

Una aportación esencial de la práctica de las Constelaciones Familiares es su capacidad para mostrarnos contumazmente que todas aquellas energías que se alojaron a la fuerza en alguno de nuestros antepasados debido a hechos brutales que vivieron, y que no pudieron procesar, permanecen presas en nuestro sistema familiar a la espera de que alguien de una nueva generación pueda liberarlas; por lo cual, no sirve sólo para sanar esta persona que siente y decide trabajarlo ahora, sino para todo su sistema familiar. Mientras esto no suceda, el sistema continuará mostrando la existencia de esta dolorosa herencia y su lealtad ciega a ella, reproduciendo comportamientos inadecuados y generando síntomas que hagan patente la necesidad de salir de este círculo vicioso.

La física nos muestra que la energía es diversa: potencial, cinética, calórica, eléctrica, magnética, electromagnética, etc. La energía que nos mueve a los humanos también puede expresarse bajo distintas tonalidades: odio, ira, miedo, asco, tristeza, alegría, confusión, etc. Cada hecho doloroso vivido y no procesado nos impone una o varias tonalidades energéticas. El conjunto de todos ellos nos carga con una mezcla energética única para cada uno de nosotros. Y es, precisamente, esta pócima energética mágica y única, la que nos mueve a comportarnos de una manera única. Todo ello nos conecta con la frase de Jung: ”Hasta que lo inconsciente no se haga consciente, seguirá dirigiendo tu vida, y tu lo llamarás destino”. Un preso a quien atendí lo denominó de otra manera: “Mi cajón de mierda”.

¿Significa que cada uno de nosotros estamos programados en base a este brebaje energético único que llevamos encima?

Mi respuesta es sí; pero no es una maldición sobre la que no podamos actuar y modificar hoy. Gracias a todo lo que nos ha precedido, pertenecemos a la primera o segunda generación que tenemos el privilegio de poder ser conscientes de ello, y disponer de ciertos recursos para limpiarnos, liberar ciertas energías que nos complican la vida, acoger otras que nos la facilitan, y cambiar, así, a mejor, la tonalidad resultante de esa mezcla energética que nos hace comportarnos de una manera única.

Todo ese proceso de mejora profunda en nosotros exige reconectar por un instante con aquello que resultó doloroso, para poder darle la mano y sacarlo del hoyo profundo y recóndito en el que se encuentra, y liberarlo. Sólo entrando en nuestro inconsciente, y limpiándolo, podemos cambiar nuestro destino.

Hay personas que renuncian a hacerlo, prefiriendo quedarse donde están. Otras, hartas de tanto sufrimiento, tienen la intención decidida de afrontarlo y van a por ello. Continúa siendo un misterio para mí, por qué unas personas sí y otras no.

Las que se atreven a buscar ayuda en las Constelaciones Familiares, suelen recibir como regalo el comprender con el corazón, que no es entender con la cabeza, es ir más ligero y la paz de una vida más fluida y plena.

Dos preguntas finales para reflexionar:  

¿Hay energías a liberar en un país que ha sufrido una Guerra Civil a una o dos generaciones de distancia? ¿Qué síntomas me pueden inducir a iniciar un proceso profundo de mejora en mi mismo/a?

Jornadas Outdoor: la aventura de despertar jugando.

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Jornadas Outdoor.

La aventura de despertar jugando.

¿Qué tal un día sin corbata, lejos de los ordenadores, de los teléfonos, de las reuniones, de la rutina y de la oficina? ¿Qué tal un día distinto en un entorno natural, relajante, creativo y lúdico? ¿Qué tal si además de pasarlo bien, trabajamos jugando? De todo esto se trata la propuesta de Curro Duarte y Pablo Ramos: una jornada en la que los equipos de trabajo participen de distintos juegos y dinámicas en las que emerjan sus habilidades y competencias naturalmente.

Entre otras cosas, los especialistas nos señalan que se trabajan distintos aspectos: sentido de pertenencia, autoestima, compromiso, comunicación, motivación, liderazgo, creatividad, colaboración, o todo ello al mismo tiempo. Siempre dependerá de lo que la empresa necesite o, mejor dicho, de lo que la empresa entienda que un equipo tiene que trabajar. Estas jornadas son abiertas, cuentan con un enfoque meramente lúdico y se adaptan a los requerimientos específicos de los directivos. No obstante, el objetivo siempre es el mismo: despertar jugando para mejorar el desempeño de los equipos.

A propósito de ello, Donald Woods Winnicott, el célebre psicoanalista inglés, decía:

“Es en el juego y sólo en el juego que el niño o el adulto como individuos son capaces de ser creativos y de utilizar el total de su personalidad, y sólo al ser creativo el individuo se descubre a sí mismo”.

Y me permito agregar; también descubre a los demás y se descubre a sí mismo en la relación con los demás.

En cierta forma, en el contexto de la oficina todo está más o menos definido y más o menos funcionando. Es decir, todos -más o menos- saben cuál es su rol, su responsabilidad y su actividad. Ahora bien, ese desempeño de roles y responsabilidades, ¿será igual en otro contexto? Curioso o no, a través de este tipo de dinámicas, se suelen detectar tanto atinos como desatinos que suceden en el equipo. Eso es lo mágico de jugar. 

Como bien hemos dicho al principio, el objetivo superior de la jornada es pasarla bien. Cuando se promueve y se fomenta el buen humor, las risas y la interacción entre las personas fuera de su escenario habitual, las personas se sienten mejor, se relajan más, están más abiertas, más perceptivas y más receptivas y se animan a jugar.  Y animarse a jugar, para algunos, ya supone un desafío en sí mismo. Es desde este estado bienestar y comodidad que todo fluye sin más.

Veamos un poco más. Antes de comenzar cada actividad, los coaches explican el desarrollo, las reglas y el objetivo de la misma. Pero en realidad, cada actividad también comienza viendo, por ejemplo, cómo ellos mismos se organizan para llevar adelante el desafío.

¿Un ejemplo? La tirolina, aunque con objetivos de acción. En este caso supone traspasar agua en unos cubos de un árbol a otro y derramar lo menos posible en el camino. Por supuesto, es una competición, y como tal, la gana el equipo que más agua haya sido capaz de juntar en un tiempo “x”.  Los aspectos que se observan en esta dinámica, entre otros, son: liderazgo, rendimiento bajo presión, comunicación, organización, planificación, colaboración y enfoque a los resultados; ¿qué prioriza el equipo?, ¿hacerlo bien o hacer más?.

Y como esta actividad, transcurren el resto de las dinámicas (escalera a la gloria, la torre de Babel, etc.) bajo la mirada de los especialistas. A continuación, resumimos las etapas de trabajo:
  • Etapa 1. Observación, diagnóstico y feedback. ¿Cómo es cada indicador según el grupo? ¿Qué hay que trabajar?
  • Etapa 2. Repetición de la actividad. ¿Mejoró? ¿Empeoró? ¿Qué es lo que sigue enquistado y les cuesta resolver mejor?
  • Etapa 3. Feedback/Informe a la empresa con las sugerencias sobre qué aspectos debería trabajar el equipo y por qué.
  • Cierre del Círculo Virtuoso (Optativo). Planificación e intervención puntual de los profesionales de Despiertabycdr en programas específicos que respondan a la necesidad de desarrollo. Por ejemplo: liderazgo, comunicación, etc.

¿Para qué te despiertas cada mañana?
¿Cuál es el «propósito» que guía tu vida, el de tus equipos y el de tu empresa?

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