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Metodología DISC: diseña un proceso de coaching exitoso en 6 pasos.

Experto y Analista Conductual DISC.

El coaching, como disciplina impulsora del potencial humano, ayuda a las personas a llegar del punto A al punto B, pero no de forma tan lineal o tan reduccionista como parece. El desafío del coach, sobre todo, es ayudarlas en el cómo; es decir, a moverse desde donde están hacia dónde quieren estar facilitándoles la toma de conciencia y los momentos awareness para que puedan acceder a todos sus recursos personales.

No obstante, un dato curioso revelado por una gran consultora mundialmente conocida señala que cerca del 90% de los procesos de coaching ejecutivo se abandonan en la tercera sesión. Ahora bien, una de las causas de ese abandono tiene que ver con la falta de engagement que, a su vez, ocurre por la falta de estructura en el proceso de coaching. Es en este sentido que un Test DISC, además de brindarle al coach una metodología y una herramienta de diagnóstico, resulta un guía para estructurar las sesiones de forma inteligente, aséptica y objetiva, evitando que se pierda el foco en lo importante.

Tal y como señala Juan Daniel Pérez Fernández, nuestro experto en DISC, “más vale improvisar sobre lo planificado, que improvisar sobre lo improvisado. El coach debe ser capaz de fluir, es cierto, pero no bloquearse porque no tiene un guión claro de trabajo”. Por ello, independientemente de para qué se plantea un proceso de coaching (lograr objetivos, mejorar aspectos de la personalidad y/o de distintas facetas de la vida), lo más importante es poder estructurar las sesiones de forma inteligente y eficaz, tal y como si fuera una hoja de ruta.

¿Cómo estructurar un proceso de coaching exitoso en 6 pasos?

1. Estructurar el proceso. Un Informe DISC Profesional tiene aproximadamente 30 páginas de contenido e información, aunque es muy importante que el coachee/cliente no reciba todo de golpe para evitar la parálisis por análisis. No obstante, siempre para mejorar y/o cambiar algo es necesario tener certezas acerca del punto de partida; desde dónde y con qué arranca cada uno/a y qué cosas tiene que mejorar. Además, es información invaluable para que el coach sea capaz de estructurar el proceso, seleccionando cuáles van a ser las páginas a trabajar en cada sesión y cuál es el objetivo de cada una de ellas.

2. Engagement. Hemos mencionado lo importante de generar compromiso. En tal sentido, la página 4 de un Informe DISC refleja la forma en la que la persona se comporta de forma innata y con la que se siente más a gusto o se sentiría más productivo si le dieran a elegir cómo desempeñarse. Esto, para el coachee, es un ejercicio de autoconocimiento que le permite reflexionar sobre sus características conductuales y reconocerse más o menos en cada una de ellas y el impacto que tiene en el entorno. También es importante invitarle a pedir feedback en su entorno cercano acerca de «esas cosas» con las que no se siente satisfecho/a.

3. Páginas Estáticas y Dinámicas. Las primeras son iguales para todos los DISC y pueden servir como guía estratégica para su plan de acción, para mejorar un factor conductual puntual, o para trabajar una relación con otra persona y con un perfil conductual distinto. Por otra parte, las Páginas Dinámicas son personales y se dirigen solo al coachee. Contienen información profunda de los rasgos conductuales que lejos de funcionar como etiquetas, suponen verdaderas oportunidades de mejora.

Sabiendo el perfil conductual de alguien, es posible saber cuáles son sus estilos y competencias de liderazgo, su contribución a la organización, sus roles de equipo, sus áreas de mejora, etc. Por ello, es un informe que también puede ser relevante para quién/quiénes lidera/n al coachee, ya que les indicaría, entre otras cosas, cómo liderarle y cómo motivarle.

4. Elección de áreas de mejora. Si bien son varias las páginas del Informe que suponen una guía para definir estos aspectos, hay una que es clave porque permite que la persona identifique rápidamente 3 áreas a mejorar que sean importantes para él/ella y para la empresa. Por supuesto, también permite reflexionar acerca de cómo desarrollarlas y de quién/quiénes sería importante recibir colaboración para ello.

5. Plan de acción. Hay algunas personas a las que le cuesta marcarse objetivos, aunque con una herramienta tan pragmática y objetiva como un Informe DISC, es simple ayudarles a ver a esas características conductuales que no se ven tan fácilmente de otra forma. Tomar conciencia de ello, darse cuenta es lo más importante para poder trazar un plan de acción coherente, ordenado  y realizable.

6. Medición y cierre. Muchas veces el hecho de hacer pequeños cambios y poder evidenciarlos de alguna forma es sumamente importante. Las personas se gratifican con esos pequeños logros y se motivan para seguir adelante. De esta manera, resulta fundamental en el coaching ejecutivo tener métricas, evidencias medibles de los cambios y es algo que DISC contempla. Es decir, si pasamos un Test al inicio, a la mitad y/o al final del proceso, entonces podremos revisar cuánto ha mejorado un aspecto particular; por ejemplo, en la escucha activa.

3 puntos que avalan la calidad y la eficacia de este proceso.

1. Tranquilidad para el coach y para el coachee, porque existe una planificación rigurosa de cada sesión que, además, les permite trabajar múltiples aspectos del desempeño profesional, como el liderazgo, la comunicación, etc.

2. El Test considera persona y entorno en el que será evaluado/a. Es decir, al responder solo hay que considerar el entorno en el que está siendo evaluado, ya que el comportamiento es una función de la persona en base a la percepción del entorno, lo que ofrece una magnífica oportunidad de explorar lo que sucede alrededor.

3. Alineamiento coach, coachee y empresa. Una de las múltiples facilidades de la Plataforma de Evaluaciones es que permite crear un perfil objetivo-puesto DISC pactado con la organización, en función de los requerimientos específicos y las expectativas conductuales que se tienen de la persona-puesto, para luego cotejarlo con el DISC del coachee, analizar la brecha y establecer así un objetivo claro y medible para todos.

En este curso de Analista Conductual DISC para Coaches ampliarás los conceptos, conocerás dinámicas, tendrás ejemplos de casos reales y una gran variedad de ejercicios que enriquecen enormemente la formación. 

Utiliza profesionalmente las evaluaciones DISC en la Selección, Adecuación y Desarrollo del Talento.

Certificación en Análisis Conductual DISC.

En un entorno de negocios y mercados cada vez más competitivos, las personas son el activo diferencial para lograr que las cosas sucedan. Entre otras cuestiones porque ha quedado demostrado que para garantizar el éxito en una gestión las competencias técnicas de un perfil son tan importantes como las competencias conductuales. De esta forma, los profesionales de RR.HH. hoy resultan un socio estratégico y clave en las organizaciones.

Un socio estratégico que además tiene que lidiar con todos los desafíos de este siglo: la diversidad, la convivencia generacional, las tecnologías, las nuevas formas de trabajo, etc. Por todas estas variables, entre otras, se vuelve fundamental contar con herramientas fiables y efectivas que faciliten los procesos de selección en particular y las acciones sobre la gestión de las personas en general. Es en respuesta a todas estas necesidades que Juan Daniel Fernández ha diseñado e imparte este Curso de Analista Conductual Experto en DISC para los puestos de dirección y profesionales de RR.HH.

El Modelo DISC que describíamos en un artículo anterior, y puntualmente a través de su herramienta informática: los Test DISC, permiten el análisis sistémico de grandes volúmenes de datos respecto a los indicadores de gestión que facilitan la organización, la planificación y las acciones estratégicas sobre distintas cuestiones. Veamos algunos de ellos que resultan invaluables para los profesionales del área de RR.HH.

Selección de Personal. Evaluación Persona/Puesto.

Como señalábamos al comienzo, más allá de la formación académica, es importante conocer cómo son las personas y qué los hace diferentes; cómo reaccionan ante el entorno y cómo influye el entorno en ellas. La formación como Analista Conductual permite conocer los distintos tipos de perfiles para saber que no todo el mundo vale para todo tipo de entorno, y que las personas reaccionan de forma diferente. Entonces la pregunta es, ¿qué es exactamente lo que requiere la compañía en un determinado puesto?

Y la respuesta, por supuesto, además de la description Job que define las especificaciones formativas y técnicas que tiene que tener un postulante, también define una serie de competencias conductuales acerca de cómo la empresa espera que se comporte y cómo quiere que haga su trabajo. Por ejemplo, no es lo mismo una persona orientada al objetivo a través de las tareas en la que el fin justifica los medios; que una persona orientada al objetivo a través de las personas y los equipos de trabajo.

DISC nos permite cotejar rápida y efectivamente si la candidata o el candidato encaja con el perfil definido. De esta forma, entre otras cosas, se reduce notablemente la rotación y los despidos que, en un altísimo porcentaje, no tienen relación con la capacidad técnica sino con su forma de comportarse.

Organización, planificación y toma de decisiones.

William T. Kelvin, físico y matemático británico, decía: “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.

En tal sentido, DISC también se utiliza para medir, detectar, planificar y tomar decisiones respecto a muchas variables importantísimas en la gestión de las personas como la formación, el desarrollo de planes de carrera, la escucha, la empatía, la inteligencia emocional, la confianza, la comunicación, etc.; incluso permite elaborar mapas de talento de todos los colaboradores y/o áreas de mejora para identificar sus aspectos a trabajar.

Entrevistas rápidas y efectivas por incidentes críticos y evolución.

Por ejemplo, ¿cómo podemos saber si una persona ha evolucionado en el puesto de acuerdo a lo esperado? Veamos. Tenemos el Test DISC que describe como una foto inicial el perfil natural de -en ese momento- el aspirante al puesto de trabajo. Si pasados seis meses dentro de la empresa se le hace el mismo Test, rápidamente es posible identificar los cambios con la simple visualización e interpretación de dos gráficos que describen:

  • El Perfil natural es cómo nos comportamos cuando no pensamos en cómo nos estamos comportando.
  • El Perfil adaptado: cómo nos comportamos en base a lo que presuponemos que el entorno demanda de nosotros.

Como decíamos, rápidamente podemos detectar qué características conductuales ha adquirido, cuáles han disminuido o cuáles han desaparecido. Por ejemplo, si la persona ha desarrollado su capacidad de escucha, o si por el contrario la ha perdido; o si antes estaba orientado a las personas y ahora tiene una clara orientación a las tareas y paso por alto a las personas, y un largo etcétera. Visibilizar esta evolución permite a la organización evaluar qué acciones tomar en función a si ese es el perfil ha evolucionado de acuerdo a lo esperado o no, o si está dentro de los desvíos previsibles y/o reconducibles.

El respaldo en la toma de decisiones.

Los Test DISC son una herramienta de suma fiabilidad, solidez, validez y rigor científico que, además de ayudar visibilizar la contribución del área de RRHH a la organización, le permite funcionar como su socio estratégico. Todo esto gracias al aporte de datos objetivos, oportunos y concretos que eliminan la subjetividad y la aleatoriedad en decisiones de gestión que resultan vitales para el buen funcionamiento del negocio.

La formación que nos invita a ser parte de una comunidad.

Sobre todo porque el carácter vivencial de esta Certificación facilita a alumnos y alumnas conocer la metodología en profundidad y llevarla a la práctica a través de diferentes casos reales que ellos mismos acercan al espacio de aprendizaje para discutir, analizar y solucionar. Hay un caso real y curioso que compartía conmigo Juan Daniel y que mencionaré brevemente para que pueda, el lector, tomar perspectiva de lo que hablamos.

Es el caso de un despido improcedente. Hay que despedir a un colaborador -el último en incorporarse a un equipo- que se ha desempeñado muy bien y ha llegado a los objetivos. Aunque por si esto fuera poco, además de transmitirle que prescindimos de sus servicios, tenemos que conseguir que siga en sus funciones durante quince días más para terminar lo pendiente y para que no genere “ruido” en los clientes.

El desafío está dispuesto y entonces, ¿cómo lo despedimos para minimizar el impacto en la organización?

En este caso, por ejemplo, se trabaja en equipos y cada uno define una estrategia de abordaje y articula un Role Play en función a cada uno de los cuatro perfiles posibles del colaborador definidos por el Modelo: Decisión, Influencia, Serenidad, Cumplimiento. 

No revelo más porque lo cierto es que cada grupo de aprendizaje, con la misma consigna, suele arribar a soluciones efectivas y creativamente diferentes. Y, en definitiva, esa es la idea.

Metodología DISC ¡Entiende cómo funcionan las personas!

Experto y Analista Conductual Experto en DISC.

Los líderes de la organización son el engranaje de todas las personas, relaciones, actividades e instancias que se desarrollan en una compañía. De esta forma, mientras un liderazgo sordo e indeciso sólo tiene consecuencias nocivas, un liderazgo que se ejerce desde la ejemplaridad y la influencia positiva se contagia, se expande y se multiplica en todas las direcciones de la organización. El Modelo DISC, creado por William Marston, lleva décadas siendo utilizado, entre otras cosas, para desarrollar ese tipo de liderazgo ejemplar en las empresas.

Básicamente porque nos permite entender el comportamiento humano y capitalizar la riqueza de la diversidad. Es decir, nos facilita identificar el perfil conductual de una persona para saber cuáles son sus necesidades, qué les gusta, qué les motiva, qué esperan y, desde este entendimiento, saber cómo dirigirles, cómo motivarles, cómo comunicarnos eficazmente con ellos e, incluso, predecir cómo se van a comportar ante ciertas situaciones. Dicho de otra forma, nos permite entender qué necesitan para funcionar mejor. Como dice Juan Daniel Pérez Fernández, nuestro experto en DISC: “las personas somos diferentes, pero somos predeciblemente diferentes”.

De esta forma el modelo DISC define 4 estilos predecibles de comportamiento:

  • Decisión: cómo respondemos a los desafíos y a los retos.
  • Influencia: cómo nos relacionamos e influimos en los demás.
  • Serenidad: cómo respondemos al ritmo y los cambios del entorno.
  • Cumplimiento: cómo respondemos a las reglas y procedimientos.

Esta información puesta a disposición de líderes de gestión, directivos y mandos intermedios resulta invaluable. En particular, esta Certificación Internacional Experto y Analista Conductual DISC(1), a través de dos jornadas presenciales que combinan conocimientos teóricos sobre la metodología y prácticas vivenciales, apuntan a profundizar en el autoconocimiento y la autogestión del líder para que luego sean capaces de sintonizar e influir positivamente en los demás y, con todo ello, puedan facilitar y contribuir a la construcción de ecosistemas laborales saludables.

Ahora bien, ¿cómo es posible que este círculo virtuoso ocurra? Veamos. Como mencionábamos con antelación, trabajando primero con uno mismo. Por ejemplo, podría ahora mismo el lector intentar identificarse con uno de esos 4 estilos, aunque en la mayoría de los casos resulta difícil encasillarse sólo en uno de ellos. Esto no es casual. Se debe a que todos -sin excepción- tenemos esos 4 estilos en distintos niveles, aunque uno de ellos predomina por sobre los otros; es ese lugar que habitamos con más frecuencia, comodidad y soltura.

No obstante, DISC nos invita a profundizar en él, a conocer nuestras áreas de mejora y a explorar otros estilos para ampliar nuestros patrones de acción, para adaptarnos más naturalmente, para comunicarnos mejor y para entender el cómo de las personas.

Por ejemplo, DISC nos revela qué puede aportar cada persona en cada equipo. Es decir, hay personas muy orientadas a las metas que no le dan tanta importancia a los proceso para llegar a ellas; otros, se enfocan en las personas y en las relaciones y las priorizan por sobre los sistemas; algunos, consideran más importante el cómo llegar al objetivo por sobre el objetivo mismo; mientras que a otros tantos, el cumplimiento de las tareas les hace pasar por alto a las personas. Este conocimiento le permitirá al líder adoptar soluciones adaptativas según la complejidad de la tarea/proyecto y adecuar los perfiles de acuerdo a ello.

No obstante, otra característica que cabe mencionar con respecto a la Metodología DISC es que no hay perfiles buenos o malos, mejores o peores; es decir, todos tienen sus particularidades y cada resultado es información certera acerca de fortalezas que potenciar y debilidades que mejorar. Por ejemplo, si un Test DISC nos arroja como resultado un perfil Dominante muy marcado, entonces, seguramente tendremos que trabajar en aspectos como la escucha activa y la empatía. ¿Por qué? Porque cada perfil también tiene asociada una emoción predominante que, bajo estrés, tiende a manifestarse de forma exacerbada.

A grandes rasgos, sería algo así:

D => Ira.

I => Exceso de optimismo.

S => Ocultan su emocionalidad.

C => Miedo a las críticas (necesidad de reconocimiento por el trabajo bien hecho).

Por lo dicho, entre un sinfín de combinaciones posibles que puede tener cada perfil, podremos saber, por ejemplo, si se trata de alguien decidido, rápido, enfocado y a veces un tanto agresivo; alguien tranquilo, trabajador, estable y un poco inseguro; alguien optimista, sociable, innovador y algo soñador, o bien de alguien analítico, concienzudo, calculador y un poco temeroso.

Los líderes, al finalizar esta formación serán capaces de:

  • Optimizar su comunicación intra e interpersonal.
  • Sacar el máximo potencial a su estilo de comportamiento.
  • Aprender a influir positivamente en los demás.
  • Romper barreras de relación y resolver conflictos.
  • Utilizar el sistema más efectivo para comunicar, enseñar, liderar y motivar.
  • Aprender el uso profesional de las evaluaciones DISC.

Para la empresa, los beneficios son múltiples; entre ellos:

  • Mejorar la comunicación en todos los niveles de la compañía.
  • Minimizar los conflictos y mejorar su gestión.
  • Aumentar el rendimiento, el compromiso y el bienestar de las personas.
  • Promover valores de empresa que se replican en todas las direcciones dentro de la empresa y hacia fuera (clientes, proveedores, etc.).

DISC es una metodología que deriva de una teoría validada científicamente y de la cual se desarrolló posteriormente una herramienta en formato test que ha demostrado ser decisiva en el mundo del desarrollo personal y profesional. Entre otras cosas porque nos permite cambiar la regla de oro que señala “trata a los demás como te gusta que te traten a ti”, por la regla de platino que indica: “trata a los demás como ellos prefieren ser tratados”.

Sólo por este nivel de entendimiento resulta una metodología fundamental para el liderazgo y la selección de personal y para otros ámbitos que incluyen el encuentro con el otro como el coaching, la educación, la consultoría, las ventas, etc.

(1) Certificación avalada por el International DISC Institute. Entidad sin ánimo de lucro que se encarga de velar por la calidad de la formación y de las evaluaciones y de la difusión de la metodología DISC a nivel mundial.

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