Construye tu futuro, poniendo el presente en tus manos.
Porque como dijo Gandhi, uno de los más reconocidos líderes espirituales del mundo: “El futuro depende de lo que hagamos en el presente”.
Y casi nadie mejor que los coaches que trabajan en y por el desarrollo, el crecimiento y la transformación de las personas, para comprender la importancia que supone ayudarlas a definir el futuro (las metas personales y/o profesionales), con la finalidad de diseñar -en el presente- un plan de acción certero, realizable y sostenible. Sin embargo, no es tan simple como ir del punto “A” al punto “B” sin más.
Pensemos que, ciertamente, cuando una persona decide ponerse en manos de un coach (ejecutivo, ontológico, sistémico u otro) es porque ya lo ha intentado una, dos o infinitas veces solo y no lo ha conseguido. Lo curioso es que no suele explicarse bien el por qué no lo ha conseguido; sólo sabe que siempre tropieza en el mismo sitio, que en algún momento pierde la motivación o que no es capaz de encontrar alternativas a ese plan que, inicialmente parecía perfecto.
De esta forma, sin demasiada claridad y con algo de frustración, aunque con la voluntad y la intención intactas, toman la decisión de comenzar un proceso de coaching. Y en este proceso, no sólo comienza el desafío de la persona para visualizar alternativas diferentes a su fallido plan perfecto; también es el comienzo de un desafío para el coach que se enfrenta, una vez más, a la realidad única y específica que supone cada cliente.
Por supuesto que la formación de cada coach le habrá dado los conocimientos y las herramientas para llevar adelante un proceso de coaching.
Aun así, a veces los bloqueos, los miedos y las creencias de los clientes están tan arraigados y tan interiorizados, que provocan que las sesiones se extiendan sensiblemente, generando esa sensación tan indeseada de lentitud y/o estancamiento (en el cliente y en el coach).
Por ejemplo, alguien ha intentado varias veces dejar su trabajo en relación de dependencia para dar forma a su emprendimiento, pero cada vez se boicotea y no lo consigue. ¿Qué sucede? Pues esta persona podría estar pensando que si concreta el objetivo la gente lo verá como alguien irresponsable; que le dejarán de lado, o que si no tiene éxito se sentirá un fracasado. Así, esta persona, inconscientemente, articulará diferentes mecanismos para defender aquello que cree -no importa si es cierto o no-. Quiero decir, nunca se “animará”, salvo que ponga luz, cuestione y desmonte (si es necesario), cada una de esas creencias.
Ahora bien, ¿es tan fácil como parece? Claramente no. Sin embargo, la metodología LEGO® SERIOUS PLAY® es una herramienta cuyo espíritu es simplificar la aparición de estas cuestiones, evitándole al cliente tener que verbalizarlo todo. Ocurre que cuando las personas entran en contacto con las piezas Lego, se liberan de sus patrones de pensamiento, de sus creencias limitantes y de sus miedos. Simplemente, están jugando.
Nietzsche decía que en el hombre auténtico siempre hay un niño que quiere jugar. Un niño al que las creencias construidas hasta la vida adulta fueron “anestesiando”, pero que cuando lo dejan salir, les hace sentir mucho más conectados con su esencia. Por ello, para que un profesional que quiera desarrollar un nuevo panorama, esta herramienta es invaluable; pues facilita la conexión con su lado más genuino, le ayuda para que sea capaz de desarrollar otras perspectivas y tomar decisiones con más claridad y confianza.
Ahora bien, son las personas las que construyen sus propias respuestas. No obstante, la labor del coach es facilitar al cliente para que pueda darle forma a las metáforas resultantes de la construcción y desde esa interpretación, tiene la posibilidad de abrir un universo de nuevas posibilidades a sus clientes, para que ellos mismos “vean y descubran” lo que antes habían ignorado, desconocían o no sabían que sabían.
¿Podríamos decir que el concepto LEGO® SERIOUS PLAY® es una manera de decir?
Veamos. Si entendemos que se trata de una herramienta a través de la cual el/los cliente/s vuelcan toda su información -consciente e inconsciente- en una construcción, dando sentido a todo lo que ocurre, podríamos afirmar que sí, pues lo que no dice verbalmente -porque no puede y/o porque no sabe cómo- lo expresa a través de sus manos y de allí proyecta al verbo.
En tal sentido, Panxo Barrera(1), facilitador experto de LEGO® SERIOUS PLAY®, tiene una visión particular respecto a este tema. Este experto en imaginación aplicada ve esta metodología como un nuevo lenguaje, diferente y emocional, que posibilita nuevas oportunidades de comunicar y crear ideas y conceptos.
En respuesta a esa necesidad de encontrar nuevos estilos de coaching más creativos que conecten directamente con la emoción y que simplifiquen los procesos de desarrollo, crecimiento y transformación de las personas, Entropía han creado este workshop 100% experiencial siguiendo el concepto LEGO® SERIOUS PLAY®.
La finalidad es que los participantes vivan en primera persona esta experiencia de creatividad, imaginación y comunicación, aplicada a su esfera personal para mejorar como profesionales.
Entre otras cosas, asistir a un proceso de Coaching Creativo siguiendo la metodología LEGO® SERIOUS PLAY® permite ayudar al participante a:
- Encontrar rápidamente las respuestas que necesita para alcanzar su/s meta/s.
- Visualizar diversas alternativas para conseguirla/s, a través de una representación comprensible y concreta.
- Identificar miedos, patrones de pensamiento y creencias que necesita cuestionarse y cambiar, para seguir adelante más motivado y con más confianza en sí mismo.
- Favorecer la toma de decisiones, impulsando acciones concretas y compromiso.
- Explorar y descubrir sus fortalezas e identificar y trabajar en sus debilidades.