Oratoria Política: claves para una comunicación cercana, persuasiva e influyente.

Las figuras políticas y el discurso político ocupan un lugar esencial en las sociedades contemporáneas. Desde ese lugar de privilegio, la comunicación y el discurso intenta estar y llegar cada vez más cerca de las personas. Hoy podemos ver a un/a político haciendo política en un acto partidario, en los medios de comunicación, en las redes sociales y en la calle. En tal sentido, si bien los gabinetes de comunicación suelen ser moneda corriente dentro del equipo que rodea a un/candidato/a, la forma de comunicar de la figura política requiere de versatilidad para resolver -en cada escenario- una comunicación cercana, persuasiva e influyente.

Ahora bien, para que puedan darse esas tres características en la comunicación, el/la candidato/a -en este caso en particular- tiene que aprender a comunicarse con convicción, seguridad y serenidad; es decir, como ha logrado hacerlo en su vida infinidad de veces, en diversas situaciones y ámbitos. 

De la micro-militancia a los escenarios.

Es cierto que mayoría de los/as figuras políticas llegan a este entrenamiento con cierto rodaje y esto tiene una explicación muy lógica. Cuando un político se mueve en entornos amigables a su línea de pensamiento, por ejemplo cuando se desempeña o se ha desempeñado como militante o concejal, suele dar sus discursos casi sin riesgo de equivocarse ni en el fondo ni en la forma. De hecho, si así lo hiciera, probablemente muchos/as simpatizarían con el error en vez de reprochárselo.

No obstante, cuando esos mismos perfiles se encuentran frente a la posibilidad de convertirse en candidatos/as a un puesto de mayor representación y relevancia, saben que la amplitud de la audiencia requiere de mayor precisión tanto en la forma como en el contenido de lo que quieren comunicar. Esta es una de las transiciones más comunes a partir de la cual muchos/as se encuentran con la necesidad de mejorar sus habilidades comunicativas desde las cuales sea posible influenciar y persuadir de forma natural.

“No somos seres racionales, sino seres emocionales que razonan”.

Extracto del libro Emoción y sentimientos del Dr. Daniel López Rosetti.

Esto significa que dentro de la política también se apela a las emociones; incluso en los espacios del propio partido. Veamos. En principio, sabemos que un meeting se organiza para que los/as potenciales electores/as escuchen y valoren las distintas propuestas de cada candidatura y luego decidan a quién votar, pero esto no siempre es tan literal. Para ser realistas, un altísimo porcentaje de las personas que asisten a un meeting son los que ya están convencidos de votar a ese/a candidato/a.

Entonces, ¿por qué preocuparse de persuadir y emocionar a ese público? Un/a votante seguro/a o potencial asiste a estos encuentros porque espera escuchar a su candidato/a decir lo que tiene que decir, pero como solo él/ella sabe decirlo. Por ello, independientemente del mensaje que quiera dar sobre distintos temas de políticas públicas, lo más importante es la forma en la que lo dice, ya que ahí está la clave para emocionar, para levantar el ánimo y/o  para que las personas que reciben ese mensaje comiencen a gritar y/o a aplaudir. El objetivo es que se logren reacciones emocionales para conseguir que los/las oyentes, contagiados de esa emoción-pasión, divulguen el mensaje entre sus vecinos/as, amigos/as, compañeros/as de trabajo, etc.

Esta forma de la comunicación que pone más el acento en el cómo que en el qué, también es posible de subrayar cuando, aún existiendo ideas que son comunes a las diferentes ideologías políticas y a los/as candidatos/as, unos serán más influyentes que otros, incluso aunque el mensaje esté construido con las mismas palabras. Esa forma de decir es la que hace que cuando una persona escuche a la figura política sienta que lo que está diciendo lo siente desde una profunda convicción.

Profunda convicción que requiere también un discurso de campaña electoral, un discurso de inauguración de un centro para mayores o un debate para un medio de comunicación, entre otros eventos. Todas opciones en las que César ha colaborado de forma puntual dentro del entrenamiento regular. Cuando se trata de preparar un debate, por ejemplo, nuestro especialista suele asumir el rol de la posición contraria para que el/la político/a aprenda a defender -desde la empatía- con contundencia y respeto las posturas adversas, aprendiendo a argumentar y a reforzar el posicionamiento propio.

Políticos en acción. Entrenamiento de habilidades comunicativas.

Cuanto más conocimiento tengan de ellos/as mismos/as y de sus procesos emocionales, mayor capacidad tendrán para auto-gestionarse. El teatro, la ficción y la interpretación consciente le enseña a una figura política a transmitir emoción, seguridad y convicción en lo que dice; a captar la atención de sus electores/as reales y potenciales; a controlar los nervios y, sobre todo, a ser más eficaces para persuadir e influenciar a los demás.

Una de las normas que nuestro especialista es su neutralidad ideológica en pos del correcto entrenamiento de cada candidato/a, pues su trabajo no apunta a construir literalmente el mensaje, sino a que el/la político/a pueda encontrar su mejor forma para transmitirlo. Es uno de los motivos por los cuales su trayectoria es destacable e impecable con todos los profesionales en general y con los perfiles políticos en particular.

#Reinvéntate

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