Certificación Internacional en Coaching Psicosomático asistido por Caballos.

Carl Jung decía “mientras lo inconsciente no se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú lo seguirás llamando destino”.

Los seres humanos, a diferencia del resto de seres de la naturaleza gozamos del atributo de la libertad; de la posibilidad de elegir. Pero ¿a quién engañamos? ¿De verdad somos libres y conscientes a la hora de tomar decisiones? En cierta forma, la mayoría de nosotros vive en piloto automático, cumpliendo con rutinas, responsabilidades y obligaciones. Incluso si en medio de todo esto aparece una emoción o un dolor inoportuno e intrusivo que nos dificulta seguir adelante y cumplir con todo, entonces también intentamos censurarlo rápidamente con un químico que siempre está al alcance de la mano.

Así nos educaron y así también lo hacemos con quienes nos rodean. Quiero decir, ante la rabieta de un/a hijo/a reaccionamos “ordenándole” que se tranquilice; cuando un/a amigo/a está mal, intentamos levantarle el ánimo evitando tocar el tema que sabemos que le sensibiliza; si un/a compañero/a de trabajo manifiesta un dolor de cabeza o de espalda, sugerimos inmediatamente un químico efectivo para combatirlo. Todo es lucha, evitación, censura. Entonces, volviendo sobre la pregunta, ¿de verdad somos libres?

Como señala Jung, sólo cuando hagamos consciente lo inconsciente seremos capaces de tomar decisiones con más libertad, para accionar en vez de reaccionar, para escuchar en vez de censurar y para atender en vez de huir. Sobre todo porque todas las emociones tienen que poder ser expresadas no sólo para evitar que se alojen en algún lugar del cuerpo, sino porque también es saludable sentirlas, expresarlas, transcurrirlas e integrarlas. Una tristeza, un enfado necesita expresarse, un duelo tiene que llorar.

Es partiendo de estas premisas que Eliane Bernard ha diseñado esta Certificación en Coaching Psicosomático asistido por Caballosque tiene como objetivo fundamental conseguir que las personas estén más presentes y más conscientes en todo sentido.

Más conciencia; más libertad; más liderazgo.

Eckhart Tolle, en un fragmento de su libro El poder del ahora, señala: “Si usted quiere conocer realmente su mente, el cuerpo le dará siempre un reflejo verdadero, así que observe la emoción o más bien siéntala en su cuerpo. Si hay un conflicto aparente entre ellos, el pensamiento será la mentira, la emoción será la verdad. No la verdad última sobre quién es usted, pero sí la verdad relativa de su estado mental en ese momento”. 

Los caballos, en tal sentido, son grandes facilitadores y espejan nuestro estado presente. Efectivamente, tienen una sensibilidad mucho más desarrollada que nosotros; son pura intuición e instinto y, también a diferencia nuestra, toman la emoción como información sin necesidad de pasarla por la mente. Veamos un ejemplo de cómo comienza la actividad para entender cómo es que todo está perfecta y coherentemente integrado.

La dinámica comienza con las preguntas que nuestra especialista hace a las personas para comenzar a “quitar capas”, para conectarlas con las sensaciones del cuerpo, para ayudarlas a escuchar sus mensajes, y para que puedan poner en palabras lo que están sintiendo en este momento, en dónde lo sienten, con qué intensidad, etc. Cuando las personas reconocen y escuchan esos mensajes del cuerpo, entonces se relajan, se distienden y están más congruentes. Y el caballo, respondiendo a su instinto y a su coherencia, cuando detecta que ya no hay tensión y que hay coherencia cardíaca ( y no caos), comienza a acercarse.

Y también huye o se aleja si detecta que alguien miente -por el miedo a quedar expuestos o por lo que sea-, o cuando alguien no está mostrando su verdadera cara.

La coherencia cardíaca sólo puede ser coherente cuando cuerpo, corazón, mente están intercomunicados y en coherencia. Los Caballos son sensores de esa coherencia y también, como hemos visto, generosos para mostrárnosla.

Como señalábamos, las emociones y los mensajes del cuerpo pueden darnos mucha información sobre sobre lo que está pasando en nuestra vida. Por ejemplo, la rabia puede manifestarse en una persona por infinitas causas, pero en general está relacionada con la falta de espacio o la incapacidad para poner límites. Cuando por fin la identificamos, guiados por las preguntas de nuestra especialista, ella nos ayuda a profundizar en la situación y a mentalizarla para que podemos reflexionar acerca de qué y cómo podemos cambiar eso que sucede y no nos gusta. Esto nos empodera, nos mueve de víctimas a líderes de una situación y nos prepara para tomar decisiones y actuar más conscientes y más libres.

El caballo, otra vez, nos muestra todo esto. Incluso es capaz de llorar nuestra tristeza y de dejarse caer cuando es lo que necesitamos.

Por todo lo dicho, esta formación está diseñada especialmente para facilitadores -Coaches, Psicólogas/os, Educadores, RRHH, etc.-, ya que, en primer lugar, apunta a la vivencia en primera persona, como un proceso de profundo autoconocimiento. En segundo lugar, para que también aprendan a facilitar este mismo proceso en terceras personas ayudándolas a escuchar los mensajes del cuerpo, a desbloquear una emoción, a liderar sus propias vidas y a tomar decisiones conscientes. Justamente por esto último, muchas personas deciden vivir esta experiencia para conectarse más y mejor con ellas mismas, con sus relaciones y con la vida.

Si integramos la práctica del coaching psicosomático en la cotidianeidad pude convertirse en una filosofía de vida. Es decir, estaremos más conscientes de las sensaciones del cuerpo y aprenderemos a transcurrirlas desde ese estado de presencia y conciencia sin huir, sin defendernos y sin paralizarnos. Ocurre cuando de forma natural empezamos a preguntarnos; ¿qué siento ahora?, ¿dónde lo siento? ¿cómo está mi cuerpo?, ¿qué estoy pensando?

Certificación GWH: Facilitador en Sesiones de Coaching Psicosomático con Caballos.

Más allá de las diferencias sustanciales en el ejercicio de su profesión, los facilitadores -coaches, psicólogos, educadores, consultores, entre otros-, comparten un noble denominador común: ayudar, acompañar, orientar y guiar a las personas en los procesos de crecimiento, cambio, superación y transformación personal. Demás está decir que cada especialización nutre al profesional con conocimientos para afrontar los más variadas situaciones; no obstante, siempre es posible mejorar las competencias en el ejercicio dela actividad. En los casos que hemos señalado, profundizar la presencia, la capacidad de escucha activa y la conexión con los clientes y/o en los entornos de trabajo, resulta invaluable.

En tal sentido, la especialización profesional como Facilitador en Sesiones de Coaching Psicosomático con Caballos es un programa de certificación y de crecimiento personal, que ofrece a los participantes una experiencia guiada de aprendizaje significativo en un entorno natural y seguro. Una experiencia cuyo inexorable principio es el de la auto-transformación personal profunda.

Siguiendo esa lógica de desarrollo, Eliane Bernard, fundadora de GROW WITH HORSES©, ha diseñado este recorrido para la Certificación centrándose -en un primer ciclo- en el trabajo de desarrollo y transformación personal; -en un segundo ciclo-, la integración de todo lo aprendido y experimentado a través de la Práctica Profesional del Coaching Psicosomático asistido con Caballos (Certificación final). A continuación, haremos un repaso breve de los ciclos de la Certificación y de algunas características distintivas de la misma.

 

Primer Ciclo: Presencial, Autenticidad y Liderazgo.

Para todos aquellos que quieran iniciar un proceso íntimo de profunda transformación, aunque también son el primer peldaño necesario para quienes deseen continuar el aprendizaje hasta la certificación y mejorar, entre otras cosas, las competencias, las técnicas y las herramientas en el ejercicio profesional por ejemplo, del coaching y la psicoterapia. Estos módulos son:

  • Estar presente, estar conectado.
  • El viaje hacia tu autenticidad.
  • La rueda del liderazgo consciente.

Segundo ciclo: Certificación GWH.

Este nivel está dedicado específicamente a la práctica profesional del coaching psicosomático asistido por caballos. Las Sesiones de Coaching Psicosomático con Caballos están basadas en una relación a tres bandas: el paciente/coachee, el caballo y el facilitador/coach equino. Este triángulo es fundamental para tomar consciencia de la dinámica de las interacciones sociales de la persona, su estado interior, sus límites personales y su estilo comunicativo.

¿El objetivo? Práctica, práctica y más práctica. Para capitalizar el aprendizaje y aplicar e incorporar lo aprendido hasta aquí, cada participante practicará sesiones individuales y participará en las sesiones realizadas por el resto de los compañeros. Esta vivencia como protagonista y como espectadores “activos” de las sesiones de otros, permitirá que cada uno experimente diferentes situaciones y mejore sus propias habilidades técnicas.

La metodología está basada en el aprendizaje vivencial individual en el que los participantes son protagonistas y los espectadores de todo lo que sucede. Los participantes podrán vivenciar cómo durante la interacción con los caballos surgen informaciones inconscientes y reveladoras de la energía y del momento presente que, muchas veces, amplían perspectivas y abren puertas de entrada diferentes para trabajar en sus sesiones. De esta forma, en este nivel se integra lo aprendido en el ciclo anterior y se vive, se procesa y se analizan otros aspectos. Entre ellos: 

  • Presencia. Consciencia.
  • Autenticidad. Liderazgo.
  • Límites. Comunicación.
  • Energía. Emociones.
  • Congruencia. Conexión.
  • Intención. Intuición.

Por todo ello, este segundo ciclo profundiza en los aspectos abordados a lo largo de la Certificación y trabaja contenidos específicos para optimizar el ejercicio profesional; entre ellos: 

  • El diseño de sesiones GWH.
  • La actitud, las competencias y la ética del facilitador GWH.
  • La interpretación sensitiva y visual de la interacción equina-humana.
  • La etología básica del caballo.
  • La creación de espacios adecuados para el aprendizaje con los caballos.

Algunos aspectos distintivos de la Certificación GWH:

  • Grupos reducidos de 6-8 personas.
  • Formación vivencial en la que se trabajan todos los sentidos.
  • Facilitadores expertos que han desarrollado una actitud sana, empática y respetuosa ante los participantes y sus circunstancias.
  • Metodología estrictamente diseñada para asegurar el respeto a los caballos, que viven libres y felices, en plena naturaleza.
  • Dinámicas grupales que ayudan a experimentarte en una manada auténtica.
  • Supervisión, mentoring y asesoramiento durante y después de la Certificación.

Beneficios de la formación para facilitadores:

  • Conseguir una mayor conexión con ellos mismos y con sus consultantes.
  • Incrementar la energía, la escucha, la generosidad y el fluir en las sesiones.
  • Diseñar y facilitar sesiones creativas y disruptivas para abordar cuestiones específicas del paciente y/o coachee.
  • Mejorar la capacidad para desbloquear situaciones de forma efectiva y original.
  • Sumar valor curricular al ejercicio profesional.

Hemos hablado de una certificación, correcto. Pero es mucho más que eso. Como nos menciona nuestra especialista, también se trata de vivir una aventura vivencial llena de aceptación, amor y respeto.

La presencia nos conecta con la vida: crecimiento personal facilitado por caballos.

GROW WITH HORSES.

La presencia nos conecta con la vida. Crecimiento personal facilitado por caballos.

Decía Nietszche que “la prisa es un mal universal porque todo el mundo huye de sí mismo». La paradoja de estas palabras es que, tratándose de un aforismo creado hace más de cien años, aún mantenga intacta su vigencia. No es tan difícil darle contemporaneidad a esta reflexión. Veamos de qué hablamos.

Si lo pensamos, aunque en apariencia estamos conectados con todo y con todos, paradójicamente estamos cada vez más ausentes, más dispersos y -sobre todo- más desconectados de nosotros mismos. De esta forma, nos atiborramos de datos, de ruidos, de voces, de personas, de eventos y de objetivos llenos de nada, sin darnos cuenta que en esa misma vorágine pecamos de censurar nuestra voz interior. ¿Y el presente? ¿Y nosotros? ¿Dónde estamos cuando hablamos con nuestros hijos, cuando estamos en una reunión o mientras damos un paseo? La respuesta es sencilla. La mayoría de las veces estamos repasando lo que pasó, especulando con lo que podría pasar o con lo que nos falta hacer para cumplir con la agenda. 

Estar presentes, aunque debería ser una regla, es más bien una excepción. Porque la verdadera presencia, que es de lo que hablamos, es más mucho que estar físicamente en un lugar; la presencia supone estar conectados con nuestra verdad. Nuestra especialista, Eliane Bernard, creadora de los programas GROW WITH HORSES©, señala que “la presencia está asociada con sentirse vivo, con la creatividad, la conexión, la satisfacción y el fluir”. Y agrega, “la presencia es el mejor regalo que le podemos dar a los demás y a nosotros mismos”.

Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto “estar”?

En cierta forma, si nos parásemos abruptamente ahora mismo a observarnos seguramente nos identificaríamos con lo que estamos pensando o con la emoción que estamos experimentando. Y ciertamente no somos todo eso. Los pensamientos son poderosos e importantes, pero al igual que las emociones, son relativos y pasajeros y no nos definen. Tampoco nos definen nuestras habilidades, nuestras posesiones o nuestros títulos universitarios. Sin embargo, todo esto constituye nuestro diálogo interno y nos mantiene desconectados del presente. De hecho, es desde nuestra presencia que podemos observarlo todo, aceptarlo, sentirlo y dejarlo ir. Es desde nuestra presencia que podemos tomar decisiones con claridad, sin anclas con el pasado y sin las loterías sobre el futuro.


[do action=»solicita-mas-informacion»/]


Dicho todo esto: ¿por qué trabajar la presencia con caballos?

Los caballos, sobre todo cuando hablamos de caballos felices, viven en la presencia. Un caballo feliz es aquel al que se le respeta su naturaleza, se le facilita una alimentación equilibrada y se les permite pasear libremente en un entorno natural. De alguna manera, al igual que ellos, en nuestro mundo humano también necesitamos estar presentes, aunque como hemos visto, tampoco es algo que nos resulte tan sencillo. Ahora bien, los caballos son capaces de detectar si estamos presentes o no y conectarán con nosotros sólo cuando esa presencia sea realmente verdadera. Es decir, cuando nuestro cuerpo está relajado, cuando no pensamos ni en ayer ni en mañana y cuando nos libramos de la expectativa por los resultados y del miedo a quedar expuestos con el que muchos llegan a esta actividad.

Está claro que llegar a esa presencia no es tarea fácil y es por eso que el presente se vuelve muy lento hasta que todo aquello por fin ocurre. Nos cuesta despojarnos de todo y, simplemente, estar. Algunas personas incluso se aburren en esta espera y abandonan para volver a su vida llena de ruidos y de metas efímeras. Eliane deja que todo fluya naturalmente, ya que al igual que los caballos, ella tiene que estar muy presente para ser capaz de captar toda la información que sucede durante la actividad. Es desde esa presencia que pregunta a las personas qué sienten, cómo y dónde lo sienten, empatiza con ellas y les ayuda a desarrollar su escucha corporal en el aquí y ahora.

De hecho, si detecta incongruencias también les ayuda a reconducir estos estados facilitando su propia conciencia corporal. Cuando por fin cada uno conecta con su verdad y consigue estar presente, la magia sucede y el caballo -simplemente- lo hace explícito a través de su poderoso lenguaje. Es en ese momento que la felicidad se manifiesta infinita.

Después de lo dicho, es posible entender que la presencia no es sólo poner el cuerpo. La presencia supone una conexión presente, profunda y a corazón abierto. Dicho de otra forma, podemos estar presentes en una charla con nuestros hijos suscribiendo con la frase popular que habla de dedicar tiempo de calidad, pero eso no es más que marketing de cabotaje (y en el fondo lo sabemos). La verdadera presencia se produce cuando hay conexión con el otro, cuando de verdad nos importa lo que dice y escuchamos desde el corazón. Claro que todo esto sólo puede suceder cuando la conexión -primero- ocurre con nosotros mismos. Es desde allí que podemos estar presentes y conectar realmente con la vida, con los demás y experimentar una profunda plenitud.

Para todo ello, esta formación de Crecimiento Personal asistido por Caballos nos facilita, como primer peldaño del autoconocimiento, trabajar en la presencia. Desde la presencia se puede ser verdaderamente auténtico; desde la presencia y la autenticidad se puede desarrollar un liderazgo ejemplar e íntegro. Aunque nos referiremos a esto en un próximo artículo.

Entre otras cosas, este taller nos permitirá:
  • Conseguir una mayor conexión con nosotros mismos y con los demás.
  • Mejorar la capacidad para lidiar con situaciones conflictivas con más facilidad.
  • Incrementar la energía, la creatividad, la generosidad y el fluir.
  • Experimentar calma interior para tomar decisiones.
  • Aumentar nuestra capacidad de empatía, compasión e intuición.
  • Aprender métodos sencillos para estar más presente lo cotidiano.
  • Mejorar la calidad de nuestras relaciones y de nuestra vida.

Los caballos y la naturaleza nos ayudaran a sentir nuestra realidad. Sin embargo, Eliane nos lo puede explicar, los caballos nos lo pueden mostrar, alguien más nos lo puede contar, pero somos nosotros los que tendremos que actuar.

 

Crecimiento Personal facilitado por Caballos: Presencia, Autenticidad y Liderazgo.

GROW WITH HORSES.

Presencia, Autenticidad y Liderazgo.

Los seres humanos nos distinguimos de los demás seres de la naturaleza sobre todo por el atributo de la libertad. Es decir, un árbol sólo puede crecer en el lugar en el que fue plantado. No puede moverse a un lugar con más sol, con más aire o con más espacio para desplegar cómodamente sus raíces.

A diferencia de los árboles, los seres humanos poseemos la libertad y la utilizamos para elegir el tipo de vida que deseamos. Eliane Bernard, creadora de los programas GROW WITH HORSES©, asegura: “La libertad no es una cuestión de dinero, poder o estatus; es una cuestión de paz interior y gestión de uno/a mismo/a. La sensación de libertad va más allá de cualquier precio o valor. Pero el secreto no radica en encontrarla, sino en crearla”.

¿Y cómo creamos esa libertad? Tal vez un buen primer paso sería ver por qué -tantas veces- nos sentimos aquel árbol; atrapados como si no hubiera opción y viviendo la vida esperando a que “algo” suceda desde fuera y nos cambie. Decía Carl Jung, a propósito de esto: “La libertad se extiende hasta los límites de la consciencia”. Dicho de otra forma, significa que cuanta más luz pongamos sobre ella, más libres podremos ser. Tomar consciencia significa, entre otras cosas, diferenciar nuestro ego de nuestra esencia.

Son muchos los procesos de crecimiento y transformación personal que proponen guiarnos hacia esta toma de consciencia. No obstante, aunque todos ellos pueden resultar efectivos, no todos consiguen el mismo impacto. Las personas tenemos máscaras, las palabras se pueden manipular y la mente puede hacernos trampa. El cuerpo no; el caballo menos.

Claramente, el cuerpo es tangible, es lo que nos pone en el mundo y es el que nos permite detectar lo que sucede en el momento que sucede. El caballo es un animal de huida y, por esto, posee los cinco sentidos muy desarrollados. La relación con ellos nos otorga una reacción inmediata y honesta de la realidad y del momento presente. Son espejos de la verdad.

Por todo esto, cuando Eliane diseñó la certificación como facilitador en sesiones de coaching psicosomático asistido por caballos, detectó una oportunidad enorme de desarrollar este taller de crecimiento personal para trabajar en tres cuestiones: presencia, autenticidad y liderazgo.


[do action=»solicita-mas-informacion»/]


Aspectos que nos permiten tomar consciencia, conectar con nuestro potencial y ampliar nuestras posibilidades. Es decir, todas ellas son necesarias para quienes quieran iniciar un proceso íntimo de profunda transformación.

Veamos cómo a través del coaching psicosomático y del caballo como facilitador trabajamos los aspectos que hemos mencionado:

El caballo vive en el presente y detecta inmediatamente si nosotros estamos presentes. Para él no hay filtros, no hay guión y no entiende de lo políticamente correcto. Durante la interacción con ellos, surgen nuestras informaciones inconscientes y a menudo reveladoras para nosotros y para el facilitador, ya que se refleja la energía del momento presente.

Él percibe nuestra energía, nuestra emocionalidad y nuestra autenticidad sin dobles lecturas y sin medias tintas. De igual forma, los caballos pueden enseñarnos mucho sobre liderazgo, simplemente porque las competencias para liderar/se están en su naturaleza y las necesitan para su supervivencia. Por ejemplo, el feedback que surge de la interacción con ellos es muy poderoso porque pueden vernos, interesarse por nuestra presencia y seguirnos naturalmente -o no-. Es decir, lo harán únicamente si estamos en equilibrio, seguros de nosotros mismos, si somos confiables y/o si sabemos cómo gestionar nuestra emocionalidad.

Lo poderoso es que ellos pueden enseñarnos a desarrollar todas las competencias necesarias para liderarnos primero a nosotros mismos y luego a los demás.

Todo lo que hemos mencionado son algunos de los valores diferenciales de este curso, que igual genera seguidores como detractores. ¿Curioso? No tanto. Frente a ellos no se puede parecer; sólo se puede ser. Y en este sentido, muchas personas se sienten aterradas. Igual, terminarán –digo yo y esto es mera especulación- en esos cursos a los que hacíamos referencia antes en los que no importa tanto lo que somos, sino cómo somos capaces de mostrarnos.

Eliane, los caballos, la simpleza y el entorno.

La esencia del trabajo de nuestra especialista es conectar con lo genuino, por ello respeta los silencios y deja que todo suceda. En cierta forma, es enemiga del ruido y de los discursos llenos de nada. En cambio, es una especie de “adicta” a la sencillez de lo que transcurre naturalmente, que permite que la metáfora fluya sin forzar absolutamente nada y sin concluir en reflexiones de cartón.

Ella interviene cuando entiende que hay algo que puede ayudar a enriquecer el proceso de crecimiento personal. Y para que esto pueda suceder trabaja con pequeños grupos. Así, luego de hacer una pequeña introducción para contar de qué se trata la actividad, da paso a los facilitadores que son los que permiten que ocurra la magia. De esta forma, las personas, en un entorno absolutamente encantador y natural, se pasean entre los caballos sin hablarles y sin tocarlos durante diez minutos; tal vez un poco más…

Muchos son los aspectos de estas pequeñas (enormes) interacciones. Nuestra especialista las conversa con los participantes para que, acto seguido, realicen la misma dinámica pero desde la presencia. ¿Cómo? Poniendo el acento en el coaching psicosomático, a través del cual aprendemos a tomar conciencia corporal.

Es decir, nos ayuda a identificar, a sentir lo que está sintiendo nuestro cuerpo, dónde, con qué intensidad y, sobre todo, nos enseña a aceptarlo sin oponer resistencia. Algunos, por ejemplo, sienten cómo se mueven sus rodillas, producto de no estar en su centro; otros perciben cómo les resulta imposible cerrar los ojos, producto de que no están relajados, no confían, y así, una lista infinita de sensaciones subjetivas. Claro que el mensaje es diferente para cada uno; la importancia reside en saber escuchar, honrar e integrar el mensaje propio.

Por supuesto no he hecho una descripción de la actividad en su totalidad, porque tampoco la dinámica que se crea es siempre igual. Al final, lo importante es destacar la coherencia con la que la creadora ha concebido esta formación en 3 niveles de presencia, autenticidad y liderazgo facilitado por caballos desde el minuto uno. Y en ese sentido, me animo a mencionar un par de cosas más.

Eliane no tiene 4 caballos encerrados en una cuadra y permite una actividad multitudinaria. Sus caballos viven felices y en un entorno natural en el que pueden desplegar su libertad. Además, como hemos mencionado con antelación, procura que la experiencia sea lo más íntima posible y por ello trabaja con grupos pequeños de personas. Esta es la única forma de estar presente con todos y de garantizar una vivencia realmente transformadora para cada uno.

Y como cierre propone un final abierto. Para ello, abre una invitación a compartir la experiencia propia, lo que hemos vivido y sentido e intercambiar feedbacks con el resto de los participantes. O no. También está la invitación para atesorar celosamente la vivencia en la intimidad personal.

 

#Reinvéntate

TU PASIÓN, TU ÉXITO

Suscríbete

¿Quieres recibir las últimas tendencias en materia de formación?