Cuando eres Coach en Organizaciones, la efectividad de tus sesiones está aún más en el punto de mira. En muchas ocasiones, los objetivos de un proceso han de estar alineados a priori, no sólo con tu cliente, sino también con el sponsor, e incluso a veces con Recursos Humanos. Y sin duda se esperan resultados visibles, a veces en un número de sesiones menor del que nos gustaría. Los clientes esperan sacar más de su potencial, mostrar más en medio de un contexto cada vez más cambiante y veloz, tener mayor efectividad en distintas situaciones, y en última (o primera) instancia tener una experiencia de mayor plenitud en la Organización.
Se requieren así sesiones efectivas, y eso tiene que ver con abrir conversaciones potentes que ayuden al cliente a cambiar de perspectiva y de mentalidad, para que nuevos comportamientos puedan emerger de forma sostenible. Es difícil cambiar comportamientos si no cambiamos las creencias, las suposiciones internas que los están originando. Aportar consciencia sobre esas suposiciones, se convierte así en la puerta para el cambio. No puedes cambiar lo que no conoces.
Distintas técnicas de Coaching y la experiencia ayudan en este proceso. Y a la vez, el disponer de una metodología que nos ayude a desvelar no sólo “el cómo” se está comportando la persona, sino el “por qué” (esas suposiciones internas), nos puede llevar a sesiones más enfocadas desde el primer minuto.
Ejemplo de Evaluación 360º Leadership Circle Profile
The Leadership Circle(TLC) ofrece una metodología y evaluaciones únicas que ponen de manifiesto las suposiciones internas o patrones de pensamiento, el “sistema operativo” del líder.
La foto que TLC proporciona sobre el liderazgo y el “sistema operativo” del líder, permite abrir conversaciones transformadoras, y diseñar un proceso de Coaching más sólido y efectivo.
Las evaluaciones TLC son las únicas que apuntan a esos patrones de pensamiento. La consciencia sobre esos patrones, suposiciones y creencias, es el primer paso para poder transcenderlas y avanzar hacía otra etapa de desarrollo de liderazgo, más efectiva y más conectada con el propósito y la esencia del individuo.
Integrando The Leadership Circleen tu práctica como Coach en Organizaciones, podrás tener un impacto más profundo y diferenciador desde la primera sesión.
Las evaluaciones TLC sólo pueden ser realizadas por Coaches Certificados TLC. La certificación TLC es en sí una experiencia transformadora. De hecho la transformación empezará con la realización de tu evaluación 360°Leadership Circle Profile, y tendrás una sesión con un Coach Senior Certificado de TLC para hacerte la devolución. Lo que será seguro el inicio de un apasionante viaje.
¿Cuando fue la última vez que oíste en una organización: “Los próximos 6 meses está todo controlado, el equipo funciona como un reloj suizo y los resultados entrarán sin duda”?
Raro es que entremos en una empresa y la complejidad para los clientes actuales y/o potenciales no haya aumentado. Presión por obtener resultados sostenibles, por responder al cambio de una manera más veloz, por resolver efectivamente distintas situaciones producto de las relaciones internas -entre equipos y con otros sectores o departamentos-, y externas -con clientes, proveedores, accionistas, etc. En definitiva, una lista de retos internos y externos que no hace más que crecer.
Este marco de situación hace que la “barra” siga subiendo y se convierta en imperativo para que la efectividad del liderazgo también suba.
De otra forma se irá abriendo una brecha entre la complejidad del contexto y nuestra efectividad, que nos puede llevar a una situación de sentirnos en “modo supervivencia”.
Ahora bien, si la “barra” sube en las organizaciones, sin duda también sube para los coaches y facilitadores, que somos los que acompañamos el desarrollo y la transformación de liderazgo individual y/o grupal.
Entonces, ¿cómo ayudar a que el liderazgo en organizaciones sea más efectivo?Veamos. En algunas ocasiones buscamos nuevas o mejores herramientas o técnicas. En cierta forma, esto es algo así como hacer un viaje habiendo comprado unas latas de gasolina, sin tener claro el mapa, el punto de partida de una forma completa, o sin la seguridad que el punto de llegada vaya a ser más efectivo.
En tal sentido,The Leadership Circle (TLC) es una metodología, un marco más amplio que va más allá de una herramienta o técnica. Efectivamente, ofrece un mapa que nos permite trazar con mayor confianza y claridad la ruta de transformación hacía un liderazgo más efectivo y con mayor plenitud.
Además, es la única metodología de evaluaciones de liderazgo que nos apunta en qué nivel de consciencia se encuentra una persona, un grupo o toda una organización. Una metodología única que conecta con mayor efectividad de liderazgo y que refuerza la solidez de nuestras conversaciones con clientes.
Las certificaciones de TLC suponen una experiencia transformadora.
De hecho, la transformación empezará con la realización de tu Evaluación 360 Leadership Circle Profile, y tendrás una sesión con un Coach Senior Certificado de TLC para tu sesión de devolución. De ahí, y en primer lugar, podrás pilotar tu propia transformación como Coach o Facilitador/a.
Si hablamos a nuestros clientes de seguir trabajándose para ser más efectivos, deberíamos empezar por nosotros/as primero.No sólo por coherencia e integridad, sino porque sólo si como Coaches y Facilitadores/as somos más efectivos y conscientes, entonces podremos acompañar con mayor efectividad y plenitud a los demás en ese mismo camino.
Evolucionando de un liderazgo reactivo a un liderazgo creativo.
“La razón por la cual existe la consciencia, y por lo que urge ampliar y profundizar en ella, es sencilla, sin consciencia las cosas irían peor”. Carl Jung.
Algo en nuestra consciencia debe cambiar para que podamos descubrir nuevas maneras de actuar más efectivas -como individuos, como equipos y como empresas- frente a la complejidad de los retos actuales.
Bob Anderson, fundador de The Leadership Circle (TLC), ha dedicado cerca de 30 años a investigar y desarrollar un marco fundamental para el desarrollo de un liderazgo más consciente y más efectivo. Para ello, y como hemos visto en artículos anteriores, ha diseñado una sólida metodología y evaluación para la transformación del liderazgo: Leadership Circle Profile (LCP), donde se combinan los mejores modelos teóricos de los últimos tiempos -Keagan, Wilber, Fritz, entre otros-, así como diversas perspectivas.
Uno de las referencias teóricas que fundamentan el trabajo de Anderson es la teoría de las Etapas de Desarrollo en Adultos, investigada y presentada por Robert Keagan. Según este modelo, las personas evolucionamos en nuestro nivel de consciencia a través de cinco estadios. No obstante, la estimaciones señalan que actualmente, un 70% de los directivos estarían en el estadio reactivo, un 10% en el creativo, un 15% en transición entre reactivo y creativo. Y es a estas etapas a las que nos referiremos en este artículo.
Etapa reactiva. Somos un rol.
Nos definimos de fuera hacia dentro.
Keagan-etapa 3: Problem-reacting” (reaccionando al problema) según TLC.
En esta estadio tomamos un rol en nuestra sociedad y nos identificamos con él. Nos sentimos seguros y valiosos perteneciendo y triunfando dentro de los roles aceptados socialmente. En esta estructura, construimos nuestra vida, sin darnos cuenta de que nuestras aspiraciones y comportamientos están predeterminados por los demás (padres, educadores, amigos, etc.) y/o por la cultura. De esta forma, no somos libres de seguir la llamada de nuestra propia alma; incluso aunque podamos oírla, muchas veces la ignoramos por miedo.
¿Y cómo actuamos desde el miedo? Cuando actuamos movidos por el miedo, la tensión se vuelve reactiva y tendemos a enfocarnos en mantener la seguridad y en superar la ansiedad que nos producen los problemas. Por supuesto, también nos alejamos del propósito -del cual hablaremos un poco más adelante-. Ahora bien, cuando el liderazgo se ejerce desde esa tensión reactiva, se expresa a través de comportamientos que limitan la efectividad, la expresión auténtica y el liderazgo empoderador.
Las principales estrategias reactivas y que mide el LCP son:
Cumplimiento: mide hasta que punto el líder tiene un sentido de valía y seguridad personal complaciendo las expectativas de los demás, en vez de actuar en base a lo que quiere o tiene intención de hacer.
Protección: mide la creencia de que el líder puede protegerse a sí mismo y establecer un sentido de valía a través de permanecer distante, apartado, escondido, superior y/o racional.
Control: mide hasta qué punto el líder establece un sentido de valía personal a través del cumplimiento de tareas y del logro personal.
Etapa creativa.No somos lo que hacemos.
Nos definimos de dentro hacia fuera.
Keagan-Etapa 4: “Outcome-creating” (creación de resultados) según TLC.
La transición a una etapa creativa es la mayor transición de la vida adulta. Para hacer esta transición, ya no ignoramos o distorsionamos la llamada de nuestra alma. Seguimos nuestro propio camino, aunque a menudo signifique decepcionar a otros, arriesgarnos a fallar, y/o contradecir las normas que me conectan con la sociedad y nos hacen valer la pena o sentirnos valiosos -desde un estadio reactivo-.
Durante esta transición, ya no nos definimos por las expectativas de terceros o culturales. Ahora, la visión nace de dentro y por ello la acción se convierte en una auténtica expresión de un propósito interno. Mientras empezamos a ver y experimentar el poder, la creatividad, la libertad, y la satisfacción de vivir desde nuestro propio centro, animamos a los demás a hacerlo también.
Competencias del Liderazgo Creativo y las Tendencias del Liderazgo Reactivo se reflejan en la evaluación 360º Leadership Circle Profile. (Haz clic en la imagen para ampliarla)
¿Y cómo actuamos movidos desde el propósito? Cuando lo que nos mueve es lo que nos apasiona, el propósito, la tensión se torna creativa y nos lleva a expresar nuestro talento natural con la intención de alcanzar la visión a la que somos fieles. Los líderes que se transforman de reactivos en creativos, tratan a los demás como iguales que participan, cuyas ideas, derechos y propósitos necesitan estar engranados y alineados creativamente. La auto-expresión y la cooperación se convierten en nuevos principios organizacionales.
Ahora bien, ¿cómo sabe un individuo, un equipo y/o una organización en qué etapa de desarrollo se encuentra?
The Leadership Circle(TLC) ofrece la única metodología y evaluación que puede apuntarnos en qué etapa de desarrollo, y por tanto en qué nivel de consciencia nos encontramos, para desde ahí poder diseñar nuestro propio viaje de transformación. Es una metodología única para evolución de consciencia y transformación de liderazgo.
Como coach o facilitador, ¿cómo es posible diseñar un viaje de transformación para tus clientes?
The Leadership Circle dispone de evaluaciones individuales y grupales, que aportan no sólo una “foto”, una “radiografía” muy reveladora, sino también un mapa para co-crear con mayor confianza y claridad un viaje de transformación sostenible.
Las evaluaciones TLCson las únicas que apuntan a los patrones de pensamiento individuales o grupales. La consciencia sobre esos patrones, suposiciones y creencias es el primer paso para poder transcenderlas y avanzar hacía otra etapa de desarrollo, más efectiva y más conectada con el propósito y la esencia del individuo o del grupo.
Las evaluaciones TLC sólo pueden ser realizadas por Coaches Certificados TLC. La certificación TLC es en sí una experiencia transformadora. De hecho, la transformación empezará con la realización de tu evaluación 360 Leadership Circle Profile, y tendrás una sesión con un Coach Senior Certificado de TLC para hacerte la devolución. Todo lo que supone el inicio de un transformador viaje…
Las competencias del Liderazgo Creativo y las tendencias del Liderazgo Reactivo se reflejan en la evaluación 360º Leadership Circle Profile.
Cada una de esas etapas significa mucho más que un despertar interno del individuo; de hecho, cada una de ellas representa una nueva visión del mundo, de una nueva organización y de una nueva sociedad.
En cada nivel, se reorganiza la experiencia humana al completo:
El mundo (como lo experimentamos y lo percibimos) se renueva.
Nuestro paisaje interno nunca no vuelve a ser el mismo.
Las dinámicas relacionales entre parejas/amigos/compañeros atraviesan cambios significativos.
La cultura, estructura y proceso corporativo son “repensados” y rediseñados.
Las estructuras sociales y políticas evolucionan.
Nuestra relación con lo sagrado mejora.
Todo esto sucede porque una nueva identidad de sistema y una visión del mundo, más verdadera y más efectiva ha remplazado a una más pequeña. La transformación de la consciencia crea potencial para el cambio, tanto del mundo interno como del externo. No obstante, y todavía hoy, la mayoría de la población está en transición de laEtapa Reactiva a la Etapa Creativa; por consiguiente, en las organizaciones estamos aprendiendo a cultivar la creatividad individual, a redistribuir el poder, a colaborar entre equipos, etc.
Estamos convencidos de que, sólo los líderes con consciencia en las etapas: Creativa, Integral y Unitiva, serán capaces de orquestar un cambio en el mundo de hoy. Estos son los únicos sistemas de pensamiento y de identidad capaces de suspender la identificación con la perspectiva de uno mismo, y sostener la perspectiva opuesta como una oportunidad de aprendizaje y cooperación creativa. Estas son las únicas etapas de desarrollo del liderazgo lo suficientemente poco centradas en uno mismo, para estar al servicio del mundo.
Efectivamente, existe una brecha entre la Etapa Reactiva y la Etapa Creativa, que mencionamos con antelación, y la mayoría de líderes todavía están luchando para hacer ese viaje. El reto del liderazgo hoy, por tanto, es la evolución de la consciencia.
No existe transformación de liderazgo sin transformación de consciencia, y eso implica avanzar en nuestras etapas de desarrollo de liderazgo.
Y para que esa evolución suceda, necesitamos equilibrar cuerpo, mente y espíritu. Nuestro potencial humano incluye un espectro de capacidades corporales, emocionales, racionales y espirituales. Mientras nos movemos a través de las etapas del desarrollo, nuestra inteligencia corporal, nuestra inteligencia emocional, nuestra inteligencia racional y nuestra inteligencia espiritual, son desarrolladas y finalmente llevadas a un poderoso equilibro.
Dentro de nosotros está la plantilla o programa de nuestra verdadera naturaleza, una naturaleza que hemos esculpido desde antes de nacer. Tenemos alma, una que nos recuerda quienes somos, qué hemos venido a aprender, qué heridas debemos curar, y cómo queremos desplegar nuestra unicidad completamente. El alma sabe la contribución que más queremos hacer en nuestras vidas. No nos inventamos este conocimiento. A través de la inteligencia espiritual, lo detectamos y dejamos que nos encuentre. Cuando permitimos andar este camino vivimos con absoluta plenitud. Nos convertimos en nosotros mismos. Somos capaces hacer realidad un liderazgo transformador.
Cada uno de nosotros tiene una contribución que sólo nosotros podemos hacer. Nuestra tarea en la vida es avanzar hacia una, cada vez más compleja, expresión de ese propósito. El liderazgo trata fundamentalmente de realizar nuestro propósito más elevado y tomar acciones para poder honrar ese propósito en nuestra vida.
Ahora bien, ¿cómo saber en que etapa de desarrollo estoy como individuo? ¿Cómo saber en qué etapa de desarrollo está un equipo o una organización?
The Leadership Circle (TLC) ofrece la única metodología y evaluación que puede apuntarnos en qué etapa de desarrollo, y por tanto en qué nivel de consciencia nos encontramos, para desde ahí poder diseñar nuestro propio viaje de transformación. Es una metodología única para evolución de consciencia y transformación de liderazgo.
Como coach o facilitador, ¿cómo es posible diseñar un viaje de transformación para tus clientes?
Fundamentalmente, integrando The Leadership Circle en tu práctica, podrás tener un impacto mucho más profundo y diferenciador desde la primera sesión. Además, e igualmente importante, la foto que ofrece TLC te permite co-crear con tu cliente la estrategia de cambio, diseñar el viaje y avanzar con más confianza y claridad.
Las evaluaciones The Leadership Circle son las únicas que apuntan a los patrones de pensamiento individuales o grupales. La consciencia sobre esos patrones, suposiciones y creencias es el primer paso para poder transcenderlas y avanzar hacía otra etapa de desarrollo, más efectiva y más conectada con el propósito y la esencia del individuo o del grupo.
Las evaluaciones TLC sólo pueden ser realizadas por Coaches Certificados TLC. La certificación The Leadership Circle es en sí una experiencia transformadora.
De hecho, la transformación empezará con la realización de tu evaluación 360 Leadership Circle Profile, y tendrás una sesión con un Coach Senior Certificado de TLC para hacerte la devolución.
Todo lo que supone el inicio de un transformador viaje…
Un proceso de transformación puede tardar años en completarse. Sin práctica, los cambios de una etapa a la otra no ocurren. Pero curiosamente, cuando se producen, siempre van asociados con la aparición de una nueva capacidad significativa.
La investigación también demuestra que la gente pocas veces vuelve a la etapa anterior, porque el nuevo orden de consciencia transciende los límites del viejo orden; está mejor adaptado a las demandas del mundo y funciona mejor.
La idea de este artículo es permitir una rápida visión general de cada etapa de desarrollo, desde la perspectiva de cómo la estructura interna de un individuo se reorganiza y cómo esa nueva organización interna da paso a la maestría en el liderazgo del mundo organizacional.
Robert Keagan, autor y profesor en Harvard Graduate School of Education y miembro docente de The Leadership Circle (TLC), está al frente de la investigación y la teoría de las etapas del desarrollo que ilustramos y describimos brevemente a continuación:
Etapas de Desarrollo del Liderazgo
Etapa egocéntrica.
(Keagan, etapas 0-2).
El desarrollo de la etapa egocéntrica involucra desde el nacimiento -hasta e incluyendo- la adolescencia. Esta estructura de identidad es egocéntrica. Yo me relaciono con los demás para que mis necesidades se cubran y todavía no sé cómo hacer que las tuyas sean importantes para mi. Necesitaré dejar mi agenda egocéntrica para poder integrarme en la sociedad. El adolescente todavía no sabe que este cambio le ayudará a conseguir lo que él quiere dentro de un sistema más grande.
La investigación sugiere que el 15% de los adultos no completan la transición del todo y operan en el mundo como personas egocéntricas. Los líderes en esta etapa suelen ser muy controladores: “o se hace a mi manera, o puerta.” Los empleados en esta etapa tienden a jugar roles de víctima o de rebeldía. Las organizaciones que operan desde una cultura organizada a este nivel son dictatoriales y opresivas.
Etapa reactiva.
(Keagan, etapa 3).
La mayoría de nosotros consigue dejar atrás la adolescencia y convertirse en ciudadanos efectivos y funcionales. Tomamos un rol en nuestra sociedad y nos identificamos con ese rol. La nueva estructura del yo se podría articular así: “yo soy un rol”. En esta etapa, uno se hace seguro y valioso perteneciendo y triunfando dentro de los roles prescritos aceptados socialmente. Esta es la estructura a la que nos referimos como “problem-reacting” (reaccionando al problema) en toda la literatura de TLC.
En esta etapa, yo no suelo darme cuenta de que mis aspiraciones y comportamientos están predeterminados por los demás o por la cultura. Me defino de fuera hacia dentro. De esta forma, no soy libre de seguir la llamada de mi propia alma. Puedo oír la llamada y, o bien ignorarla, tacharla de imposible, o responder a ella de una forma comprometida y muy ambiciosa.
Los líderes a este nivel ya no suelen funcionar como dictadores; suelen preocuparse profundamente por los empleados que dirigen y funcionan como “padres benevolentes”. La organización es jerárquica y eficiente. El liderazgo es humano, pero le falta la capacidad de compartir el poder.
Etapa creativa.
(Keagan, etapa 4).
La transición a una etapa creativa es la mayor transición de la vida adulta. Esta es la estructura del yo a la que nos referimos como “outcome-creating” (creación de resultados) en toda la literatura de TLC. Para hacer esta transición, nos enfrentamos al hecho de que, seguir nuestro propio camino a menudo significa decepcionar a otros, y/o contradecir las normas que me conectan con la sociedad y me hacen valer la pena o ser valioso (desde un estadio reactivo).
Esta transición es particularmente difícil porque me desprendo de la creencia profundamente arraigada de que, mi valía y mi valor, están atados a lo que hago. Ahora, me configuro a mí mismo desde dentro hacia fuera. La acción se convierte en una autentica expresión de un sentido emergente de un propósito interno. Mientras empiezo a ver y experimentar el poder, la creatividad, la libertad, y la satisfacción de vivir desde mi propio centro, animo a los demás a hacerlo también. La auto-expresión y la cooperación se convierten en nuestros nuevosprincipios organizacionales.
Etapa integral.
(Keagan, etapa 5)
Aproximadamente, solo un 1% de los adultos desarrollan esta etapa. No obstante, el 14% están en transición. Aquí, la autodefinición interna cambia de “Yo soy un ser completo y entero que se coordina con otros seres enteros y completos” a una realización interna de que, en realidad, “no soy un ser completo y entero”.
Esto no es esquizofrenia, sino un compromiso más profundo con las partes de mí que he ignorado y no he desarrollado. Ahora es posible avanzar hacía esos aspectos con compasión y curiosidad. Ahora soy capaz de sostener la entera complejidad de mi personalidad, lo bueno y lo malo, lo claro y lo oscuro, lo duro y lo blando. Veo a los demás como complejos seres multidimensionales; también veo el mundo de esta manera.
El legado del líder está conectado con el desarrollo de la organización como vehículo de servicio a una circunscripción más grande. La visión a menudo se vuelve global y orientada hacia un servicio al bienestar humano. La sostenibilidad y el bien común a largo plazo se convierten en los valores principales. Este es el nivel del liderazgo de servicio.
Etapa espiritual o unitiva.
(Keagan, etapa 6)
En esta etapa, tiene lugar otro cambio mayor. Hasta este punto, el yo, ha sido mayoritariamente visto separado en cuerpo y mente. Ahora el yo se da cuenta “No soy ni el cuerpo, ni la mente”. Nos identificamos con el alma -un alma en comunión con lo divino-. La etapa integral no es prescindible. Eso sí, rica en matices, y se utiliza para actuar en el mundo. Es funcional, una herramienta útil del espíritu.
Esta es la etapa en que la persona experimenta el mundo como uno. La unicidad no es sólo una idea, no sólo algo recogido de un libro. Este es el lugar de nacimiento de la compasión universal: pues uno sabe que “Yo y mi hermano, hermana, la tierra y todos los seres somos una vida”. Los lideres en este nivel funcionan como visionarios globales. Promulgan el servicio al mundo por el bien universal.
Nuestro potencial humano incluye un espectro de capacidades corporales, emocionales, racionales y espirituales. Cuando nos movemos a través de los etapas de desarrollo, nuestra inteligencia corporal, emocional, racional y espiritual se desarrollan y en última instancia se manifiestan en un bello y poderoso equilibrio.
Esa es la travesía en la que estamos todos, y es una travesía que dura una vida.
No existe transformación de liderazgo sin transformación de consciencia, y eso implica avanzar en nuestras etapas de desarrollo de liderazgo.The Leadership Circle (TLC) ofrece la única metodología y evaluación que puede apuntarnos en qué etapa de desarrollo nos encontramos a nivel individual y/o colectivo, para desde ahí poder diseñar nuestra propia travesía.
¿Qué es realmente Transformación y qué tiene que ver con Consciencia?
Extracto de la traducción del artículo “El espíritu del Liderazgo” de Bob Anderson, fundador de The Leadership Circle.
Según el diccionario Webster, la palabra Transformación significa un cambio completo de formato, forma, carácter o naturaleza. Una metamorfosis. The Leadership Circle trata de transformación de una forma integral.
George Leonard, en su libro, Mastery, describe el proceso de transformación como el crecimiento hacia la maestría (en cualquier esfuerzo como la música, el deporte, las artes marciales, el liderazgo o la consciencia psicológica y espiritual). Él sugiere que la transformación sigue una curva de aprendizaje como esta:
El aprendizaje de cualquier cosa que requiere práctica se ve así -una súbita explosión o un gran avance a un nuevo nivel de rendimiento, seguido de una pequeña contracción -la incapacidad de mantener plenamente lo que se aprende. Después hay un largo periodo con ningún crecimiento aparente. Leonard se refiere a esto como “hanging out on the plateau” (“pasar un rato en la meseta”). Una gran cantidad de aprendizaje está ocurriendo en este momento, pero no es tan evidente como en el periodo de gran avance. La meseta es tiempo para que el aprendizaje sea digerido e incorporado en la estructura del cuerpo y la mente. La meseta es un tiempo de integración y una preparación esencial para el próximo salto hacia delante o hacia arriba.
Crecimiento de la consciencia.
El crecimiento de la consciencia sigue este mismo patrón. Hay cambios evolutivos grandes, donde la consciencia (con el tiempo) llega a un nivel más alto, seguido por un largo período de aprender cómo habitar en esa nueva forma de ser. El crecimiento en la meseta es incremental, a lo mejor menos evidente. Eventualmente, con práctica integral constante, se genera momentum para el siguiente salto evolutivo.
En el corazón de The Leadership Circle la premisa es que el desarrollo se manifiesta de más bajo a más alto a través de una serie de fases bien mapeadas. Los investigadores en psicología, desde Piaget a Kohlberg, Gilligan, Lovinger,Maslow, Fowler, Jaques, Beck Torbert, Cook-Greuter, Kegan y Wilber, han descrito una serie de fases que atravesamos a medida que nos movemos desde la infancia a los estadios más elevados de la moral, el ego y la consciencia espiritual de los adultos. Es notable que estos teóricos (y muchos otros), a través de la investigación independiente, hayan llegado a descripciones de las fases que son muy parecidas.
La consciencia “en el asiento del conductor”.
Hay que comprometerse con la toma de consciencia. Una vez hemos visto, tiene que haber una acción. Si no, ¿cuál es el sentido de ver? Thich Nhat Hahn.
La investigación sugiere claramente que la consciencia humana se desarrolla a través de una serie de etapas y que la secuencia de esas etapas sigue siempre el mismo orden. El desarrollo sigue una secuencia invariable. Además estudios interculturales demuestran que estas etapas existen en todas las culturas y en la misma secuencia. Estas etapas son, por tanto, universales e invariables. El desarrollo de etapas de la consciencia está incorporado en nuestra naturaleza.
Ignorar el significado de esta línea de investigación para el liderazgo y el desarrollo organizacional es como intentar viajar al espacio ignorando la ley de la gravedad.
El cambio organizacional demanda a todas las personas en la organización que se muevan a una etapa más alta de desarrollo. Si esta transformación no ocurre, puede que el sistema se mueva temporalmente, pero acabará por volver de nuevo a su equilibrio, de vuelta a lo “normal”.
La transformación es el movimiento de una etapa a la siguiente. La realidad no cambia. Lo que cambia es la manera en que nos relacionamos con nosotros mismos y con el mundo. Es como si el “yo” cambiase de un sistema operativo DOS a un sistema operativo Windows 95. La interfaz entre uno mismo y el mundo es a la vez más compleja y simplificada. Ahora, la persona puede manejar muchas más complejidad con mucha más facilidad y elegancia. Los dilemas que en etapas anteriores eran insolventables, se evaporan en la nueva realidad.
Lo que no era posible en la etapa anterior, se vuelve factible. La persona experimenta una nueva explosión de creatividad, eficacia, libertad, poder y alegría. La organización siente a una persona mucho mas metida en su capacidad de liderar. El mundo tiene a alguien que es capaz de una contribución y un servicio más grandes. El líder se transforma en una versión más elevada de sí mismo. El sistema y la cultura de una organización se transforman en una versión más elevada del sistema o la cultura anterior.
El desarrollo humano (psicológica y espiritualmente) está en el asiento del conductor.
No hay una transformación organizacional sin una previa transformación en la consciencia del liderazgo.
El proceso de evolución cultural, primero ocurre en la consciencia de los individuos. Estos individuos impactan en el sistema y lo cambian. El nuevo sistema anima a una masa crítica de personas a desarrollarse. Mientras se desarrolla la masa crítica, se alcanza el potencial completo del nuevo orden, la probabilidad de regresión a una etapa del desarrollo anterior se reduce, y se construye la plataforma para el próximo salto evolutivo.
La metodología y evaluaciones de The Leadership Circle, permiten apuntar a qué estadio de desarrollo de liderazgo se encuentra un individuo, equipo u organización, y nos ayuda a evolucionar la consciencia individual y colectiva. Si quieres saber más puedes visitar theleadershipcircle.es.
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